El consumo de drogas en la mujer
Tradicionalmente los estudios epidemiológicos han mostrado una prevalencia mayor en el uso de sustancia adictivas entre los hombres, pero encuestas epidemiológicas recientes reflejan un aumento en el uso de estas sustancias entre las mujeres, particularmente entre las adolescentes y las adultas jóvenes. Los resultados de las últimas encuestas sobre consumo de drogas en población general y en escolares, así lo indican. Desde 1997 existe una tendencia creciente en el consumo de tabaco entre las mujeres, mientras que en los hombres la tendencia es decreciente. Existe un incremento importante en el consumo de alcohol entre las mujeres más jóvenes (15-19 años) y, se ha reducido la diferencia en las prevalencias hombre-mujer. Ha aumentado el consumo experimental y continuado de cannabis entre las mujeres en todos los grupos de edad, aumento especialmente significativo en el grupo de edad 15-19 años. Los mismos datos que para el cannabis se obtienen para el consumo de éxtasis. Mientras que los hombres han reducido el consumo de cocaína, las mujeres lo han aumentado, y el grupo de edad 15-19 años presenta una prevalencia mayor que los hombres. Se detecta mayor consumo de psicofármacos en mujeres. Este incremento se debe en gran medida a que durante las últimas dos décadas ha habido una mayor aceptabilidad social hacia el consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias adictivas por parte de las mujeres.

El proceso adictivo en la mujer

Muchas mujeres que usan drogas han presentado en su historia de vida graves problemas psicosociales. La investigación indica que hasta un 70% de las mujeres que informan haber abusado de drogas, también declaran antecedentes de maltrato físico y sexual. También hay datos que señalan que existen más posibilidades de historia de alcoholismo y dependencia a drogas en los padres. Otros problemas de salud se presentan con mayor frecuencia y severidad, así como con un curso acelerado, lo que complica todavía más el consumo de sustancias adictivas (infección por el virus de la inmunodeficiencia humana, hepatitis, osteoporosis, algunas formas de cáncer, etc).

Algunos estudios sugieren que después del uso experimental de drogas, la mujer puede desarrollar dependencia más rápidamente que el hombre a algunas sustancias. Cuando la mujer comienza a recibir tratamiento puede presentar una severidad adictiva mayor que el hombre y, requerir necesidades diferentes de tratamiento.

En el desarrollo y mantenimiento del proceso adictivo existen diferencias claramente delimitadas entre hombres y mujeres. Entre las variables diferenciales que se han mencionado destacan: redes sociofamiliares diferentes, mayor vulnerabilidad biológica (más lesiones y progreso más rápido, más efectos tóxicos con dosis menores, más historia familiar de abuso); mayor vulnerabilidad psicosocial (parejas con trastornos por abuso de sustancias, mayor prevalencia de psicopatología, más acontecimientos vitales estresantes inlcuyendo abuso sexual, malos tratos en la infancia y en la adolescencia, disfunciones sexuales, etc); más consecuencias sociales (no aceptación social, soledad, complicaciones sociolaborales, pérdida de apoyo social inlcuyendo divorcios y separaciones, marginación); y más consecuencias psicológicas (depresión, más tentativas suicidas, más suicidios, más ansiedad, mayor deterioro cognitivo).

El tratamiento de la mujer adicta a drogas

Se han señalado algunas barreras para acceder a los tratamientos por parte de las mujeres. Muchas mujeres no buscan tratamiento porque tienen miedo. Tienen miedo a no poder cuidar de sus hijos o de no poder mantenerlos, tienen miedo a las represalias de sus cónyuges y, tienen miedo de las posibles sanciones de las autoridades sobre la custodia de sus hijos. Muchas mujeres se iniciaron en el consumo de drogas porque sus compañeros sexuales usaban drogas. La investigación indica que la mujer dependiente tiene grandes dificultades para abandonar el consumo si sus compañeros siguen consumiendo drogas.

Los principales servicios que las mujeres requerirían durante el tratamiento de sus problemas por abuso de drogas serían: atención para otros problemas relacionados con el uso/abuso de otras sustancias, asistencia ginecológica, asistencia psiquiátrica, información y asesoramiento sobre problemas de violencia, asesoramiento legal para determinados temas civiles como el de separación y divorcio, apoyo social y servicios de atención a los hijos, promoción de la salud y asesoría laboral y/o educativa.

La adicción a drogas es un grave problema de salud, crónico y recurrente tanto para hombres como para mujeres, pero entre las mujeres el abuso y la dependencia a drogas puede presentar problemas diferentes y requerir distintas intervenciones en los tratamientos. Hay también diferencias entre hombres y mujeres que se encuentran en tratamiento; por ejemplo, es menos probable que las mujeres tengan estudios y que tengan trabajo y, es más probable que tengan otros problemas de salud, que presenten antecedentes de tentativas de suicidio y haber sufrido abuso sexual u otro abuso físico. Las mujeres con antecedentes de abuso sexual, presentan tasas inferiores de retención en los tratamientos, incluso en aquellos tratamientos que proveen el cuidado de los niños.

Un factor importante a considerar en el tratamiento de las mujeres adictas, es tener un apoyo continuo en el seguimiento para prevenir recaídas. Se han señalado mayores índices de fracaso terapéutico en la mujer, en parte porque estas acuden frecuentemente solas a tratamiento, bien porque la familia desconoce la situación, bien porque no presta apoyo o, bien porque creen poder afrontar el tratamiento ellas solas. Lo que se produce es un abandono más temprano del tratamiento. También se ha encontrado que las mujeres en tratamiento presentan más problemas psiquiátricos, médicos y sociales que los hombres. Las mujeres diagnosticadas con trastornos mentales y abuso de sustancias presentan una variedad de dificultades que requieren intervención múltiple (problemas de salud, inestabilidad en vivienda, sin techo, historia de abuso sexual).

Algunas sugerencias para el futuro (presente)

– Aumento de la investigación básica y epidemiológica para identificar las diferencias en la etiología y consecuencias del uso, abuso y dependencia a drogas en mujeres.

– Aumento de la investigación sobre antecedentes, factores de riesgo y de protección en niñas y mujeres, para la identificación temprana y puesta en marcha de programas preventivos.

– Aumento de la investigación sobre el impacto de la violencia en niñas y en mujeres, en el posterior uso de drogas y la incidencia sobre los tratamientos.

– Desarrollo e investigación sobre modelos de tratamiento específicos para las necesidades de las mujeres.

Firmado: Emilio Sánchez Hervás

Unidad de Conductas Adictivas de Catarroja

Consellería de Sanitat. Valencia