Reflexiones a propósito de la codependencia

Foro para codependientes en trastornos adictivos (Familiares, Parejas, Amigos...)
Helena
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Reflexiones a propósito de la codependencia

Mensaje por Helena »

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Cuando entro en el subforo “Codependencia” -estado en el que muchas ya no lo están tanto, sino más bien en el de amor-odio en razón precisamente de la drogodependencia de su expareja-, no deja de sorprenderme el fuerte sentimiento de hostilidad hacia el adicto. Si tenemos en cuenta que la adicción es una enfermedad que altera cognitiva y emocionalmente a quien la padece, no debería resultar tan difícil deducir que la capacidad de amar de un adicto en activo se ve forzosamente condicionada por la peculiaridad de su enfermedad.

Con esto no quiero decir que sea fácil mantener una relación con una persona cuya esencia ha sido en buena media anulada por una sustancia. Todo lo contrario, requiere de un inmenso amor, generosidad y coraje, por parte nuestra, pero también de la existencia, por la suya, de una serie de sólidos valores tras su adicción. Sin estos factores, la relación será sencillamente inviable.

Porque la droga divide, rompe las formas, el diálogo, los objetivos comunes y termina por degradar la conexión afectiva. No deja por ello de ser considerada un enemigo externo que, aun amenazando el buen equilibrio de la pareja, es susceptible de ser eliminado. Desafortunadamente, no siempre sucede así, en demasiadas ocasiones el adicto tarda en reaccionar y no quiere o no puede poner los medios para salvar la relación de ese naufragio dando lugar entonces a que la ruptura sea inevitable. Sin embargo, y a pesar de que este evento sea terriblemente triste, el verdadero drama radica en la certeza de que esa persona –por la que todavía se siente amor- seguirá sumida en su infierno zozobrando peligrosamente entre la vida y la muerte. Eso, mucho más que una ruptura, es lo verdaderamente preocupante.

A diario se producen miles de rupturas sentimentales en el mundo, lo que no significa que detrás de cada una de ellas esté siempre una historia de desamor. A pesar de que muchos de los testimonios dejados en este espacio estén escritos en clave de rencor y de hostilidad, no es precisamente la ausencia de amor hacia el adicto lo que esos textos dejan entrever, como tampoco lo es la falta de correspondencia amorosa por parte del adicto. No se trata por tanto en estos casos de un problema de desamor, sino de una interpretación del amor entendida exclusivamente en términos de consumo/abstinencia. Lo que no deja de ser legítimo, pero no por ello correcto.

Y todo esto a propósito de una simple canción, mejor dicho, de las dos publicadas por Luna Mora y Anika44 en el hilo "Una canción para todas las chikillas de este jardín" que me han hecho recordar otra con la que, no hace tanto tiempo, también yo llegué a identificarme:

U2. With or without you (I can't live)

https://www.youtube.com/watch?v=mGQhfvnFpBo

Que nadie piense que no volverá a besar, a mirar, a sentir de la misma forma, porque el amor renace siempre con la misma fuerza arrolladora y lo único que cambia es el objeto de ese amor. Así que, mucho ánimo a todas, que todo termina por superarse. Incomparablemente más arduo lo tienen ellos que a su lucha personal se suma la ausencia de amor. De más está por tanto el rencor, la hostilidad, solo procede el respeto y por encima de todo el derecho y ejercicio de una libertad que tanto a ellos como a nosotras nos asiste a la hora de decidir nuestro destino.

Helena
Helena
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Re: Reflexiones a propósito de la codependencia

Mensaje por Helena »

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Sin más canciones de por medio, y para no sobrecargar un espacio en el que surgió un diálogo con Luna Mora y con Anika 44 que poco o nada tenía ya que ver con el tema musical, quisiera decir desde este otro hilo que entiendo la decisión tomada por ellas y por otras ante un problema cuya resolución no está en sus manos como, en su momento, tampoco lo estuvo en las mías. Caminar junto a un adicto es algo definitivamente muy complejo, aunque yo diría que no lo es tanto como hacerlo junto a un maltratador, característica ésta que impone y justifica como ninguna otra la drástica e inmediata decisión de una ruptura.

Cuando Luna Mora, Anika44, Vanessa_pm, y tantas otras, relatan sus historias y describen sus estados de ánimo, están abordando cuestiones muy sensibles desde enfoques que más allá de lo sentimental, tienen la peculiaridad de abarcar también aspectos psicológicos y sociales. Y es que, si bien es cierto que todos tendemos a considerar nuestra historia de amor/desamor como única, justo es reconocer que la relación con un adicto reviste unas características que la hacen especialmente difícil en áreas que desbordan lo personal.

Descarto el principio de que determinadas personas solo atraigan o se sientan irremediablemente atraídas por aquellas otras que son particularmente problemáticas. Eso equivaldría a cerrarse en banda a la felicidad más elemental y me cuesta aceptar que alguien en sus cabales sea capaz de semejante renuncia. Más bien creo que se trata de personas con una extraordinaria capacidad para entender y colaborar en los problemas ajenos, pero esta virtud, en el caso concreto de la drogodependencia, se convierte en defecto cuando uno cae en el error de atribuirse el poder de cambiar la esencia del otro. Nadie debería albergar semejante pretensión, lo único que está a nuestro alcance es apoyar su decisión de alejarse de aquellos factores que están alterando esa esencia.

La droga desnuda de todo filtro (comportamental, educacional, afectivo). Tiene el poder de exaltar y de potenciar el lado más luminoso del adicto, pero también el de evidenciar el más oscuro. El proverbio latino “In vinum veritas” –ese estado en que emergen con toda crudeza los mejores y peores rasgos del individuo- podría quizás aplicarse también al adicto . Bajo los efectos de sustancias psicoactivas desaparecen para él los márgenes que restringen su naturaleza. Ocurre que para los demás esos márgenes siguen existiendo y es entonces cuando entramos en planos diferentes y el desfase envenena la relación.

No queda entonces otro camino que tomar distancia, y no me refiero a la física sino más bien a la emocional, lo que ya es difícil tratándose de una relación de amor. La responsabilidad de tomar las riendas de la propia vida es algo que muchas mujeres dejan en segundo plano cuando se enamoran, olvidando que la felicidad es un asunto personal que no puede delegarse en otros. Lo contrario, es decir, basar este concepto exclusivamente en el ámbito sentimental, es sinónimo de inmadurez emocional. Pero que nadie se inquiete, este tipo de competencias, como todo en la vida, es una cuestión de aprendizaje.

Yo no he expuesto en este foro excesivos detalles sobre mi/s propia/s historia/s, y no precisamente porque carezca/n del dramatismo de otras, sino porque la ruptura, en un caso, se produjo por razones ajenas a la adicción, y en el otro, porque no fue necesario pronunciar esa fatídica palabra dado que el problema no llegó a cronificarse. En ambos casos fui siempre consciente de los valores que estaban detrás de esas adicciones -sobresalientes además-, y admito que mi lucha se encaminó mucho más en la dirección de preservarlos que en la de mantener a cualquier precio la relación. ¿Dolor? Mucho. ¿Nostalgia? Toda, porque donde hubo amor siempre queda algún rescoldo aunque ya no duela. No lo lamento, pasado y presente terminan por conciliarse cuando asumimos que éste último es la consecuencia de nuestras decisiones de ayer.

Todo está bien, y me alegra que mi testimonio pueda servir de estímulo para aquellas de vosotras que sienten que no podrán superar su difícil situación. Restablecerse, recuperar lo perdido -en esta y otras cuestiones- es casi siempre el resultado de una acción personal. Y esto es válido también para ellos.

Un abrazo.
Helena
innata
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Re: Reflexiones a propósito de la codependencia

Mensaje por innata »

Helena, soy una fiel seguidora de todo lo que escribes.
Yo soy una de esas personas que sienten que no podrán superar su difícil situación y ver que personas como tu han recuperado el entusiasmo y la capacidad de asombrarse, de sentir de nuevo, de creer que es posible, etcétera me da ánimos.

Gracias.
vanesa_pm
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Re: Reflexiones a propósito de la codependencia

Mensaje por vanesa_pm »

Buenas noches Helena,
Pues yo......después de darle muchas vueltas a tus reflexiones debo ser una completa analfabeta emocional..I..pero,
sinceramente, lo prefiero así.
Mi manera de entender una relación sentimental dista de la tuya, no por ello quiero privar de libertad, ni dejar de ocuparme de mi pero apuesto por un compañero de viaje.
Las drogas evidencian lo mejor y lo peor de cada uno......es probable.
Sólo que el adicto no sólo cambia su comportamiento en el momento del consumo sino en su cotidianidad y curiosamente tienen el don de ocultar, con quién más les interesa ese lado más oscuro....y lanzar dagas con aquel a quién saben pueden hacerlo.
Y no, yo tampoco hablo ya desde el rencor. Hoy mismo hablé con el protagonista de mi post, después de volverlo a tener bloqueado durante casi dos meses, lo desbloqueo por amor, no por un amor romántico, ni siquiera por cariño, sino por ese amor que se le tiene a las personas que sabe uno que necesitan de afecto, de unas palabras de aliento.....
Pero no, ya no quiero ser diana de nadie.
Entiendo tu post, y tal vez tú seas una mujer extremadamente independiente emocionalmente, fuerte, segura, serena, no sé. ....como para permanecer cerca de un adicto sin dejar que sus idas y venidas te alteren, te afecten, te angustian. ...
Cierto, si le dejas hacer, puede que él no se convierta en un maltratado de ningún tipo....., los problemas suelen darse cuando uno empieza a ponerles impedimentos, quizás para ti sea coaccionar su libertad.
Todo depende de como uno entienda el concepto de AMOR......
Ese amor tan incondicional a mi llega a parecerme incluso destructivo. Si te Amo no quiero que te destruyas o acepto que te destruyas porque te Amo? O quizás me compensa tenerte con todos esos valores sobresalientes y por eso acepto esa autodestrucción. .....?
En fin.....no sé, todo son puntos de vista.
Lo que si es cierto es que si te acercas aquí y se que lo haces, observarás que la mayoría de las mujeres que escribimos llegamos destrozadas, acompañando, abandonando o abandonadas por un adicto que en la mayoría de los casos SÍ se ha convertido en un maltratado cuánto menos psicológico por el uso/ abuso de sustancias y no es una norma general el que estemos anímicamente preparadas para acompañarlos, muchas no sabemos ni quiénes somos. ¿Cómo vamos a preocuparnos de si el adicto mantiene o regresa a su esencia con la droga si hemos perdido por completo la nuestra?
Eso es lo que intentamos aquí, ayudarnos a recuperarla. Evidente que ellos son enfermos y cierto que a veces empleamos un tono acusador, porque para eso tenemos este espacio, para decir todo aquello que en otro lugar quizás no decimos, puede que en ocasiones equivocadamente......pero es nuestro pequeño rincón para sanar.
Yo si entro en detalles personales, empleo la máxima transparencia posible, y procuro hablar de todo, hasta de aquellas pequeñitas cosas que parecen no tener importancia porque fueron esos pequeños clicks, de una y otra, los que unas veces me hicieron sonreir, otras me levantaron de la cama y finalmente ne hicieron decir basta.
Claro que la vida sigue....
y claro que hay esperanza....
y habrá más adictos en nuestras vidas, que nos hagan aprender,.....o no.
Lo importante es primero conseguir salir de ahí, entender que la tristeza forma parte de ese todo y de esa fel i ciudad llega con el tiempo.
Creo que es lo más parecido al equilibrio que una puede encontrar.
Un abrazo
Helena
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Re: Reflexiones a propósito de la codependencia

Mensaje por Helena »

innata escribió:Helena, soy una fiel seguidora de todo lo que escribes.
Yo soy una de esas personas que sienten que no podrán superar su difícil situación y ver que personas como tu han recuperado el entusiasmo y la capacidad de asombrarse, de sentir de nuevo, de creer que es posible, etcétera me da ánimos.

Gracias.
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Gracias a ti, Innata. No había tenido tiempo de leer tu historia, acabo de hacerlo, y entiendo y lamento la tristeza que te embarga. No voy a entrar en lo inoportuno de enamorarse de personas inapropiadas. En realidad, no existen personas que merezcan de manera rotunda tal calificativo ya que, por alguna razón, fueron capaces de inspirarnos amor. Algo visible había en ellas a lo que fuimos sensibles, otra cosa es que ese “algo” compense otras facetas no tan visibles a primera vista pero que la cercanía termina siempre por poner en evidencia.

Son estas últimas las que harán que superes tu situación, las que te llevarán al desamor, a la indiferencia, tal vez. No necesitas esforzarte demasiado, lo que tú consideras invivible es un resorte que te empujará paulatinamente hacia otros horizontes, tu instinto de supervivencia hará que te vayas alejando de esa persona que te anula, que merma y degrada la confianza en ti misma. Que te impide crecer y realizarte más allá de su sombra.

Pero no lo hagas únicamente porque tenga un problema de adicción. Hazlo porque tras esa adicción no intuyas un fondo de sensibilidad, de generosidad y afectividad y, por encima de todo, porque no vislumbres en él la voluntad firme de abandonar su adicción. Sin estas premisas, todo proyecto junto a esta persona estará abocado al fracaso.

Tienes razón, soy una persona enamorada de la vida, del amor, de tantas cosas…, mi convivencia con personas adictas lejos de hundirme terminó por reforzar mi carácter. Tras unos años de sufrimiento y confusión, aprendí a relativizar, comprendí que la vida no importa de la misma forma a unos que a otros, que existen limitaciones ajenas que escapan a nuestro control, que es inútil pretender moldear a nadie en nombre del amor, por su bien o por el nuestro. En pocas palabras, no es posible imponer nuestra voluntad a su libertad.

La relación de pareja, siendo algo esencial, no es la única vía para realizarnos. Hijos, familia, amigos, profesión, responsabilidades, intereses, ocio, etc. ocupan y acaparan más del 70% de nuestro espacio mental, afectivo y ocupacional. Que ese porcentaje se invierta no es buen síntoma, que todo o casi todo gire en torno a una relación sentimental y el mal funcionamiento de la misma condicione todo el resto, es realmente entrar en una dependencia insana. Y te lo dice una persona para la cual el amor es importante, que ha estado toda su vida enamorada, que lo sigue estando, y es correspondida. Pero que necesita su espacio y entiende la misma necesidad en otros. Que no cifra su felicidad exclusivamente en el otro. Puede que esa sea la clave para que una relación funcione, que todos asumamos la parte de responsabilidad que nos corresponde. Sinceramente, no lo sé. Solo puedo decirte que esto no ha sido el resultado de un propósito, fue algo a lo que, casi sin darme cuenta, la vida y las circunstancias me llevaron.

Termino aquí deseándote mucha fuerza y transmitiéndote la certeza de que tú también trascenderás tu difícil situación actual. Ya lo verás, por imposible que ahora te parezca, la distancia afectiva se abre paso por sí sola cuando, a pesar de la cercanía, nos sentimos inmensamente solas.

Un abrazo.
Helena
innata
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Re: Reflexiones a propósito de la codependencia

Mensaje por innata »

Helena, gracias por dedicarme un poco de tu tiempo. Lo valoro infinito.

No le dejo exactamente sólo por su adicción o su forma de querer dejarla, va más allá, se trata de que se transforma en un ser mentiroso, con una vida de estafas a su alrededor. Paradojícamente conmigo es generoso, cariñoso, atento y en resumen y aunque resulte triste, la persona con la que me he sentido más amada o amada de verdad. Por eso me está costando tanto desterrarle de mi alma. Además de que hasta hace dos días seguía insistiendo. Pero, claro, con tres hijos adolescentes, qué ejemplo sería para ellos? El peor. Y sobretodo, siempre adorable y ahí al pie del cañón hasta que le llama la cocaína y desconecta el móvil. Esto es un maltrato psicológico que he permitido durante tres años por desconocimiento.
No le odio ni le guardo rencor, más bien le sigo queriendo en silencio y a distancia. Aunque me cuesta asumirlo y asimilarlo he de verle como un enfermo.

Un abrazo, amiga, Innata.
vanesa_pm
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Re: Reflexiones a propósito de la codependencia

Mensaje por vanesa_pm »

Helena, quizás no supe entenderte en tus anteriores post.
En este último no puedo más que decirte que estoy de acuerdo contigo.
No se les deja por la adicción en si, pero si por las consecuencias que ella conlleva.
¿Se comportarían de la misma manera si no consumieran? NO
Me pareció muy interesante lo que comentaste acerca de como las drogas potencian nuestras rasgos más oscuros y a la vez ensalzan nuestra mejor parte....Curioso, pero yo, que nunca he sido amiga de normas tengo que convenir en la necesidad de establecer límites . Cada uno los que considere oportunos.....entre dos, sus propios acuerdos.
Cuando dejan de ser respetados, cuando no existen, cuando se viven realidades distintas....bajo mi critero, es el momento de abandonar. ....al adicto?, a la persona que es y que tan sólo actúa así pq potencia con las drogas sus rasgos?,...
A esa situación insostenible que me provoca dolor.....comparto contigo que ese momento llega.....
Una vez pregunte, cansada ya de tanta agonía, de tanto regresar, de tanta promesa, de tanta mentira, de tan poca confianza en mi misma. ...cuando se producía ese click.?
Creo que fue María quién me dijo, cuando crees que ya no puedes aguantar más, cuando no puedes resistir más humillaciones, sentirte más manguneada, todavía puedes un poquito más. ....
y entonces....
Innata, yo no se si volveré a amar o no porque el futuro es incierto.
Sea como fuere, espero no volver a amar así. Porque ahora se que para amar en condiciones primero tengo que respetar mea mi misma, saber hasta dónde estoy dispuesta a llegar y hasta dónde no. Que si quiero y que no de una relación, sea del tipo que sea.
Ahora se la importancia de estar en paz. Y aunque; sigo creyendo que no me gusta estar sola, que la vida es para compartirla, no estoy dispuesta a hipotecar mi serenidad.
Siempre tuve muy mala relación con el dolor, ahora acepto la tristeza como parte de la vida, como parte del camino, como la parte móvil que viene y va.....porque la felicidad es el estado permanente. Esa es la decisión y como bien dice Helena, si no tengo un amor romántico me quedan o nos quedan muchísimas otras clases de amor y muchísimas otras parcelas para encargarse de que ese estado se mantenga.
Recuerda que los sentimientos pueden no ser controlables.....pero sí nuestros pensamientos. Hay que ejercitar esa parte.
Todo requiere principalmente de una sola cosa.....TIEMPO, en fin....esa es la magia de la vida, nunca dejamos de aprender, ni siquiera cuando creíamos que ya lo sabíamos todo.
Un abrazo
Helena
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Re: Reflexiones a propósito de la codependencia

Mensaje por Helena »

vanesa_pm escribió:Buenas noches Helena,
Pues yo......después de darle muchas vueltas a tus reflexiones debo ser una completa analfabeta emocional..I..pero,
sinceramente, lo prefiero así.
Mi manera de entender una relación sentimental dista de la tuya, no por ello quiero privar de libertad, ni dejar de ocuparme de mi pero apuesto por un compañero de viaje.
Las drogas evidencian lo mejor y lo peor de cada uno......es probable.
Sólo que el adicto no sólo cambia su comportamiento en el momento del consumo sino en su cotidianidad y curiosamente tienen el don de ocultar, con quién más les interesa ese lado más oscuro....y lanzar dagas con aquel a quién saben pueden hacerlo.
Y no, yo tampoco hablo ya desde el rencor. Hoy mismo hablé con el protagonista de mi post, después de volverlo a tener bloqueado durante casi dos meses, lo desbloqueo por amor, no por un amor romántico, ni siquiera por cariño, sino por ese amor que se le tiene a las personas que sabe uno que necesitan de afecto, de unas palabras de aliento.....
Pero no, ya no quiero ser diana de nadie.
Entiendo tu post, y tal vez tú seas una mujer extremadamente independiente emocionalmente, fuerte, segura, serena, no sé. ....como para permanecer cerca de un adicto sin dejar que sus idas y venidas te alteren, te afecten, te angustian. ...
Cierto, si le dejas hacer, puede que él no se convierta en un maltratado de ningún tipo....., los problemas suelen darse cuando uno empieza a ponerles impedimentos, quizás para ti sea coaccionar su libertad.
Todo depende de como uno entienda el concepto de AMOR......
Ese amor tan incondicional a mi llega a parecerme incluso destructivo. Si te Amo no quiero que te destruyas o acepto que te destruyas porque te Amo? O quizás me compensa tenerte con todos esos valores sobresalientes y por eso acepto esa autodestrucción. .....?
En fin.....no sé, todo son puntos de vista.
Lo que si es cierto es que si te acercas aquí y se que lo haces, observarás que la mayoría de las mujeres que escribimos llegamos destrozadas, acompañando, abandonando o abandonadas por un adicto que en la mayoría de los casos SÍ se ha convertido en un maltratado cuánto menos psicológico por el uso/ abuso de sustancias y no es una norma general el que estemos anímicamente preparadas para acompañarlos, muchas no sabemos ni quiénes somos. ¿Cómo vamos a preocuparnos de si el adicto mantiene o regresa a su esencia con la droga si hemos perdido por completo la nuestra?
Eso es lo que intentamos aquí, ayudarnos a recuperarla. Evidente que ellos son enfermos y cierto que a veces empleamos un tono acusador, porque para eso tenemos este espacio, para decir todo aquello que en otro lugar quizás no decimos, puede que en ocasiones equivocadamente......pero es nuestro pequeño rincón para sanar.
Yo si entro en detalles personales, empleo la máxima transparencia posible, y procuro hablar de todo, hasta de aquellas pequeñitas cosas que parecen no tener importancia porque fueron esos pequeños clicks, de una y otra, los que unas veces me hicieron sonreir, otras me levantaron de la cama y finalmente ne hicieron decir basta.
Claro que la vida sigue....
y claro que hay esperanza....
y habrá más adictos en nuestras vidas, que nos hagan aprender,.....o no.
Lo importante es primero conseguir salir de ahí, entender que la tristeza forma parte de ese todo y de esa fel i ciudad llega con el tiempo.
Creo que es lo más parecido al equilibrio que una puede encontrar.
Un abrazo
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Buenas noches, Vanesa_pm,

A excepción del interés que suscitan en mí algunas de las canciones que en el subforo “Codependencia” se postean, no suelo entrar por aquí. De hecho, mi participación en el mismo ha sido más bien escasa. Admito que no es el que más me interesa y no porque no sea sensible a unas historias que describen el sufrimiento inherente a toda relación en la que media la droga, sino más bien al contrario, por conocer esa desdicha demasiado bien. Una etapa, en mi caso, superada a la que, sinceramente, no deseo volver. Un tiempo de desencuentros sobre el que planeaba en permanencia – y eso era lo verdaderamente terrible- la amenaza de la pérdida de una vida…, de unas vidas.

Sobre lo que se siente conviviendo con un adicto podría escribir páginas y páginas, no así sobre el padecimiento que experimenta el enfermo de adicción. Nosotras, tarde o temprano encontramos los recursos necesarios para superar esa fase; para ellos, sin embargo, la adicción se convierte con demasiada frecuencia en una historia interminable. Si has tenido la ocasión de leerme, no te será muy difícil comprender que son ya otros los aspectos de la drogadicción los que actualmente me interesan, y no solo a nivel personal sino en general.

No dudo ni un segundo sobre la utilidad de este espacio en el propósito de ayudaros a sanar. Es posible que en el tono acusador encontréis la mejor herramienta para blindaros, y que citar reiteradamente los abusos, debilidades y “maldades” de vuestra pareja contribuya a que recuperéis la ansiada serenidad y calma. Nada que objetar a ello. Lo que me cuesta entender es la deliberada omisión que, salvo excepciones (Innata, por ejemplo), se suele hacer del concepto “enfermedad”, a pesar de que en muchos casos la pareja se encuentre en tratamiento. En lo que a mí respecta, debo decir que, hoy como ayer, sigo teniendo lazos afectivos con personas que tuvieron un día la desgracia de caer en la drogodependencia. Adictos – ex o todavía ocasionales- forman parte de un colectivo al que buena parte de la sociedad, más allá de exigirles la lógica responsabilidad de su sanación, continua estigmatizando. Este punto en concreto fue el que movió a dejar en este subforo unas reflexiones que evidencian mi rechazo a plegarme a tal absurdo.

Un maltratador es aquel hombre que considera a su pareja un objeto de su propiedad sobre el que ejercer de forma absoluta y cruel su poder. Es aquel que cree estar en pleno derecho de controlar y de fiscalizar los pensamientos, actos y movimientos de su pareja. Con este fin, no dudará en utilizar la violencia y la agresividad, sea ésta física o psicológica. El adicto no entra categóricamente en esta definición, aunque la adicción no sea un factor que excluya la concomitancia de ambas características. Pero, en general, el adicto no ejerce el maltrato de manera sistemática. Puede mostrarse malhumorado, agresivo en momentos de excesos o de carencias, patético y conmovedor en otros, pero rara vez es su pareja el centro de su interés de control, más bien, al contrario, con frecuencia termina por alejarse de ella. Manipuladores, sí, pero esa es otra cuestión de la que tampoco nosotras estamos excluidas. Por su bien, sin duda, pero también por el nuestro. Luego está el engaño, la mentira, que tendemos a interpretar en clave de desamor hacia nosotras cuando en realidad es una cuestión de prioridades, del amor preferente hacia una sustancia con la que, definitivamente, no es posible competir. Sé cuánto duele llegar a esta conclusión y entiendo que toda mujer no esté dispuesta a asumir ese segundo plano, a enfrentarse al reto que supone colaborar en una lucha de resultados inciertos.

Nadie está preparado anímicamente para hacer frente a la complejidad que supone relacionarse con un adicto. Se trata de una experiencia durísima. ¿Pero quién ha hablado de “amor incondicional”? Creo haber dicho que prioricé unos valores en detrimento precisamente de una relación. Esto significa prescindir de ese amor, si lo entiendes bien. Lo mismo te diría respecto a “aceptar la autodestrucción” ¿A cuál te refieres, a la suya, a la mía? Queda claro, o eso pensé cuando lo escribí, que el núcleo central de esos valores es justamente la integridad, no cabe por tanto hablar de autodestrucción.

No lo creas, Vanesa, mi manera de entender una relación sentimental no difiere tanto de la tuya. Yo también aposté por un compañero de viaje, un viaje que dura ya 17 años, tiempo suficiente para dar la vuelta al mundo, como así ha sido en realidad. Un periplo, sin embargo, no exento de incidencias. Un paréntesis de 4 años en medio de esa travesía que, afortunadamente, quedó atrás. De más están los detalles, baste decir que detrás de todo aquello no solo había amor, fue sobre todo una toma de conciencia –en plena libertad y sin presión- de las responsabilidades respectivas. Podría retrospectivamente concluir ahora que en esa toma de conciencia sus valores fueron decisivos, pero solo sería una conclusión aproximada; la coexistencia de los suyos y de los míos tuvo tal vez un beneficioso efecto sinérgico. Nos enfrentábamos a un problema del que desconocíamos su alcance y comprendimos pronto que la única manera de solucionarlo era buscando ayuda profesional. La relación era excelente antes de ese paréntesis, se vio seriamente afectada durante el mismo, y, no sin altibajos, se recuperó después.

No entiendo bien esta frase tuya: “tal vez tú seas una mujer extremadamente independiente emocionalmente”, en serio, no la capto. Cuando estamos vinculados sentimentalmente a una persona, no existe la independencia emocional. Soy independiente, sí, pero en otras áreas. Es probable también que dé la impresión de ser una persona segura de sí misma, aunque a menudo no sea precisamente así como me sienta y sea más bien mi optimismo el causante de esa falsa impresión de seguridad. En cuanto a la serenidad, definitivamente, sí es un rasgo de mi carácter. No por ello el durísimo trasiego que conlleva la drogodependencia dejó de afectarme o de angustiarme. Lo hizo y mucho. Esa y no otra es la razón de mi deambular por este foro, la necesidad de hallar un antídoto ante posibles recaídas, una fórmula magistral, solución científica, médica o psicológica, susceptible de barrer del cerebro del adicto las ganas de consumir para siempre. Aunque sepa que, hoy por hoy, siga siendo una utopía. Sobre la fortaleza que me supones, no me extenderé. Debilidades y fortalezas son conceptos teóricamente inmensurables que solo ante determinadas pruebas de la vida, y de forma puntual, podrían calibrarse. Yo he sido fuerte una vez, tremendamente débil muchas otras.

Me parece muy bien que entres en detalles personales, que relates tu historia con la máxima transparencia posible… Al contrario que tú, yo soy mucho más reservada, me cuesta abrirme y encuentro en la introspección la ayuda que necesito. Esto en cuanto a temas de índole personal, para otras cuestiones que sobrepasan mis conocimientos no dudo en acudir, como todo el mundo, al profesional de turno.

Tal vez ahora puedas entender mejor mi postura frente a esta problemática. No me refiero a mi forma de ser o de pensar en general, que esos aspectos no interesan en este espacio, sino a las circunstancias que dictan actuaciones concretas cuando media una adicción en una esfera tan específica e importante como es la de los sentimientos.

Un abrazo.
Helena
vanesa_pm
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Re: Reflexiones a propósito de la codependencia

Mensaje por vanesa_pm »

Helena, como ya te contesté.
Si, si entiendo mejor tu postura, es más, empatizo contigo en muchos puntos.
No, no entendí bien, en cuánto a que priorizaste los valores en detrimento de una relación personal. La comprensión que le dí fue otra, me pareció entender que para ti eran más importantes sus valores y que los anteponías a las consecuencias. De ahí el realguna interrogantes. Disculpa la confusión.
Helena, repito, yo si puedo acercarme a tu postura, entre otras cosas porque quizás sepas que yo soy una adicta más, si, una enferma más y no hablo de codependencia sino de adicción a sustancias, alcohol principalmente, cocaína también, pero es un tema muy delicado, por eso muchas veces cuando alguién entra en el subforo tratando de "defender" por llamarlo de alguna manera la postura del adicto suele toparse con cierta dosis de rechazo e incluso puede percibir cierta hostilidad....
En mi caso, te diré que el temor es el de que, las mujeres que entran por primera vez, encuentren en esas palabras precisamente lo que yo andaba buscando......razones para quedarme a su lado, para seguir creyendo, para seguir confiando, y que por desgracia, si lees la mayoría de historias te darás cuenta de que tan pocas veces suele llegar a buen fin.
Eso es lo que quisiéramos evitar, más dolor, ni más, ni menos, olvidando que es inevitable porque como bien dices....al final, cada uno tiene su proceso.
El adicto debe querer recuperarse, es fundamental que las mujeres que te lean se detengan en el lugar dónde lo escribiste.... ( cuando entramos por primera vez.....no es lo que más nos detenemos a leer, sin embargo nos gusta recordar sus virtudes, su sensibilidad......todo aquello que nos explica por qué seguimos allí. ....
En fin, ......efectivamente todo es relativo.
Encantada de compartir. ...
Un abrazo
Helena
Mensajes: 244
Registrado: 30 Mar 2013 04:30

Re: Reflexiones a propósito de la codependencia

Mensaje por Helena »

*

Mensaje para Innata.

Estimada amiga, este breve relato que haces de tu situación personal describe el peor de los escenarios posibles. Por un lado, la responsabilidad de tres hijos adolescentes a tu cargo; por el otro, el amor hacia un hombre que te quiere como nadie lo ha hecho, que es adorable contigo y que cuenta además con unas cualidades apreciables, pero con el que, desafortunadamente, no puedes contar a causa de su adicción. Que te sigue queriendo y al que, aun en silencio y en la distancia, sigues correspondiendo. Una muy triste historia de amor, en verdad.

Se trataría aquí de calibrar si existe una posible conciliación entre tu deber y obligaciones como madre y el margen de responsabilidad que él está dispuesto a asumir en ese núcleo familiar. ¿Está en tratamiento? Deduzco que no, si esas ausencias persisten después de tres años de relación. Entiendo tus aspiraciones como mujer y lo difícil de conciliarlas cuando se es madre, sola además. Complicado también para él, que a su amor por ti debe sumar la responsabilidad de tres hijos adolescentes.

Es posible que la edad de tus hijos dificulte su integración en ese núcleo y esta relación solo pueda ser contemplada a dúo. Es decir, al margen de una convivencia familiar, dado que la presencia de tu pareja no ofrece la necesaria garantía de estabilidad para ellos. Pero en singular o plural, esta relación solo será viable si él se toma realmente en serio su problema de adicción.

Lo contrario, no es ya que una cuestión de que no convenga a tus hijos, es que el coste a pagar por sentirse amada como nunca lo has sido, será altísimo. Habla con él, si esto tiene solución, que se la ponga, si no, debes dejarlo ir. Le seguirás queriendo pero llegará el día en que ese amor no duela. Créeme. Cuentas además con el cariño de esas tres personitas que harán lo posible por ver a su madre sonreír. La vida es larga, Innata, no dudes nunca de que, cuando ellos ya no dependan tanto de ti, encontrarás de nuevo el amor.

Un abrazo.
Helena


Mensaje para Vanesa_pm


Hola Vanesa, lo siento, no había leído tu historia y por lo tanto desconocía el dato de tu adicción. Nuestros mensajes se cruzaron y has hecho bien en darle continuidad en un segundo post porque esto aclara algo más el tema en cuestión.

Entiendo lo que me quieres decir en relación a esa postura de dureza aparente hacia el adicto que, se supone, es la que procede en un subforo de codependencia. Ocurre que en ese espacio no solo entran ellas, es posible que también lo hagan ellos, y si ya es difícil cargar con la cruz de una adicción, verse drásticamente rechazados y estigmatizados no solo por la sociedad en general, sino también por aquellas personas con las que, en el pasado o presente, se mantuvieron lazos afectivos no debe de resultar muy edificante. Es obvio que esas parejas de las que estáis tratando de alejaros a causa de su adicción tienen una serie de virtudes a las que fuisteis o seguís siendo sensibles. No se trata de reiterarlas, pero tampoco de poner en relieve y en mayúsculas una y otra vez aquellos rasgos degradantes a los que lleva la adicción.

Personalmente, encuentro este argumento demasiado débil, exagerado y forzado, poco eficaz tal vez en la empresa de liberarse de una codependencia. Apoyarse mutuamente está muy bien, pero sobran los términos peyorativos para describir a una pareja (enferma) con la que ya no se desea o se puede estar.

Sin contar que no existe una vía única que resulte válida para todo el mundo. A veces, no es el contacto 0 lo que funciona, sino un contacto excesivo. No siempre la distancia es sinónimo de olvido, al contrario, puede contribuir a una idealización. A pesar de que el consejo suela estar basado en la experiencia, por alguna razón lo desoímos a veces. En el caso concreto de la dependencia afectiva, no son siempre los consejos ajenos los que llevan a romper una relación, sino la saturación personal. Ese click, o flash, como yo lo llamo, del que tanto se habla a propósito de toda adicción, y que no es otra cosa que el momento en que nuestro problema se hace para nosotros visible en toda su dimensión.

Me alegra que pienses que este subforo te ha resultado eficaz, seguramente lo será también para otras muchas. Quedo, sin embargo, convencida de que el lado amargo de tu propia experiencia fue finalmente el que terminó por marcarte el camino.

Un abrazo.
Helena
innata
Mensajes: 19
Registrado: 30 Dic 2013 18:18

Re: Reflexiones a propósito de la codependencia

Mensaje por innata »

Helena, gracias de nuevo por el acertado análisis que realizas de mi situación. Efectivamente es así de simple y a la vez complejo. En este caso, el adicto piensa que con un sicólogo es suficiente, qué puede abandonar la cocaína sólo como ya ha hecho otras veces al ser algo esporádico, una vez al mes, pero eso sí descontrolado y excesivo. Cree que dejando de consumir se soluciona por arte de magia la enfermedad y se sana su mente, corazón y alma. Craso error. Además de como tu bien apuntas la incompatibilidad con mis hijos. Esa vida paralela llena de estafas y pufos es la que no me deja ver en él, por más que conmigo sea extraordinario, una persona honesta. Me siento igual que la madre de un asesino, que sabe que su hijo es deleznable pero no deja de visitarle en la cárcel.

Ahora mi prioridad es evitar pensarle, como dice Vanesa se puede controlar el pensamiento. Y sin embargo, no consigo resultados. Dormida sueño y despierta me asaltan recuerdos.

El, como buen cocainómano es un manipulador y ahora está recurriendo a la pena. Ayer mismo me escribió para avisarme de que sus peores presagios se hicieron realidad y sufre una cirrosis hepática a espera de trasplante de hígado. No se si es cierto o no, no tengo manera de averiguarlo. Pero ahora pienso que me está haciendo sentir culpable de abandonarle en estas circunstancias. Aunque en realidad le dejé "sano" cuatro meses a.

En fin, poco a poco y tiempo al tiempo. La angustia del principio y la lágrima fácil ya ha pasado ahora solo queda un acurrucarse en los recuerdos y sentimientos con tris
teza, melancolía obligada a sabiendas de que he de pasarla de puntillas, sin recrearme.


Un abrazo enorme, Innata.