Está claro que Duende es un maestro en lo del copia y pega. Lástima que el texto del señor Velasco esté plagado de errores. Aquí va una refutación de otro similar que incidía en algunos de los mismos mitos sobre los fracasos de una imaginaria "legalización" que ningún país ha aplicado desde 1961:
Es sorprendente que se hable de intentos de legalización fracasados, cuando desde 1961 -año de la Convención Única de la ONU- nunca, en ningún país del mundo, se ha planteado una medida remotamente similar a la legalización de las drogas. De hecho, la tolerancia holandesa es un apaño, porque se sigue persiguiendo el tráfico a gran escala de cannabis y otras drogas, y ni siquiera está regulado su cultivo. Suiza podría haber sido el primer país en hacerlo, pero los parlamentarios se echaron atrás a mediados del 2003.
En
esta web se ponen tres ejemplos de estos imaginarios intentos de legalización:
-Inglaterra y el suministro controlado de heroína y opiáceos. Contra lo que se dice en este texto infame y plagado de errores, Inglaterra se vio libre de problemas graves de adicción a opiáceos hasta que, por presiones del amigo americano, desmontó su sistema. La explosión del consumo de heroína se produjo después, no cuando los médicos la proporcionaban a quien la pidiera mediante una simple receta. Fue así como en Inglaterra se pasó de menos de 2.000 adictos registrados a los más de 200.000 -algunas estimaciones llegan a los 500.000 usuarios problemáticos de drogas- en la actualidad. No es extraño que, en vista de estos datos se hayan elevado voces pidiendo el regreso al sistema de receta. El documento más completo y riguroso sobre este proceso sepuede encontrar en la Drug Library.
Supplying heroin legally to addicts O, con menos detalle, se puede encontrar
este excelente resumen de la política británica sobre opiáceos en la web de The Guardian:
Por supuesto que el sistema británico tiene poco o nada que ver con la legalización y sí con la reducción de daños, pero poco se puede esperar de un mentecato incapaz de distinguir entre ésta, la despenalización y la legalización, una confusión tremendamente habitual -e intencionada- entre los narcocruzados.
- Suiza y el parque de las agujas
Durante unos años, a principios de los noventa, los suizos aplicaron una serie de experimentos muy curiosos que consistían básicamente en concentrar a los yonquis,anteriormente desperdigados por toda la ciudad de Zurich, en zonas especiales donde podían comprar, vender o inyectarse heroína sin trabas. Por supuesto que esto era fantástico para los traficantes, pero no para los adictos, que pagaban los mismos precios escandalosos que antes y con la adulteración habitual del producto. Por otra parte, el espectáculo de centenares de yonquis concentrados en el centro de la ciudad no era nada gratificante, así que, como se dice en el documento, se dio carpetazo al asunto. Lo que no dice el indocumentado autor del panfleto es que, acto seguido, los suizos implantaron programas experimentales de suministro controlado de heroína cuyo éxito ha propiciado la extensión de los programas y que otros países imiten esta iniciativa por haber reducido considerablemente la criminalidad, al mortalidad y la infección por VIH.
Lo dicho del tema anterior se podría repetir ahora, con la salvedad de que el experimento de Platzpitz ni siquiera entra dentro de la reducción de daños -de no ser porque a los adictos que pululaban por el parque se les proporcionaban jeringuillas de insulina limpias, algo que es delito en muchos estados en EEUU.
- Holanda y la tolerancia mantenida contra viento y marea durante veinte años.
En cuanto el texto sobre Holanda, es difícil encontrar algo de cierto en él, salvo artículos y preposiciones -y ni aun éstos. Desde el supuesto aumento en la potencia del cannabis, hasta aumentos no menos supuestos en el consumo o la delincuencia, todas estas patrañas ya fueron refutadas en la respuesta a un artículo del despistadísimo -aunque supongo que bienintencionado- Larry Collins por parte de
los expertos holandeses de Cedro. Como ya he dicho, tampoco es de recibo hablar de Holanda como un país en el que se haya ensayado la legalización.
Quedaría por ver la reforma aplicada en Suecia durante un breve período en los años sesenta -de 1965 a 1967- que los prohibicionistas invariablemente asimilan a una legalización completa que habría terminado en desastre sanitario. En realidad, se trató de un programa experimental muy restringido -120 participantes- en el que se suministraron anfetaminas con receta a algunos usuarios. Se puede saber más sobre este tema en:
The Swedish drug control system An in-depth review and analysis
http://www.cedro-uva.org/lib/boekhout.swedish.html
En fin, como siempre, las voces de la ignorancia, el fanatismo y el pánico moral suenan más altas que las del conocimiento, la moderación y la sensatez, pero por mucho que chillen, cada día son menos los que se creen estas patrañas.