Luego de una fuerte polémica, en la que el oficialismo logró rechazar un planteo de la oposición para que la norma vuelva a ser debatida en comisión, la iniciativa resultó aprobada en la cámara baja por 131 votos contra 22, tras lo cual fue girada al Senado.

Se trata de una iniciativa que prohíbe la instalación de Cajeros Automáticos dentro de los establecimientos o locales de actividad lúdica, denominados «salas de juego» y destinadas a los «Juegos de suerte, envite o azar», que tengan la consideración de casinos, bingos, máquinas de tragamonedas e hipódromos.

El proyecto busca ayudar a las víctimas de la ludopatía, a la que se describe como una enfermedad, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que produce dolorosas consecuencias para el enfermo y su entorno, familiar, laboral y social.

De acuerdo al texto, se consideran «salas de juego» a los establecimientos o locales en los cuáles «la actividad lúdica, su conocimiento, la resolución de la misma y el pago del premio
correspondiente, se consuma en forma inmediata y correlativa, con la presencia del jugador».

Según la iniciativa, el incumplimiento de esta norma contempla apercibimientos y multas, así como la clausura de los establecimientos que serán establecidos en la reglamentación de la norma.

En la sesión los diputados también aprobaron y giraron al Senado un norma para establecer un sistema en los cajeros automáticos que los haga aptos para ser utilizados por personas con discapacidad.