El uso de internet entre niños y adolescentes comienza entre los seis y los nueve años, y los varones son más precoces en esta actividad que las niñas. Así se desprende del estudio sobre el uso de las redes sociales realizado durante los últimos tres años por un grupo de profesores de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), dirigidos por Antonio García Jiménez, decano del mencionado centro.

La frecuencia de uso es también un dato destacable del estudio, ya que el 70% de los adolescentes afirma que se conecta todos o casi todos los días, aunque de lunes a jueves la mayoría lo hacen durante algo menos de dos horas, alcanzando los fines de semana casi las tres horas por día.

Escuchar música y conversar con amigos a los que suelen ver son los principales fines que persiguen los menores a la hora de conectarse a internet. También es llamativo que relegan a un segundo término la búsqueda de información para los deberes escolares; hecho que resulta muy relevante ya que, en la mayoría de los hogares, los padres compran el ordenador personal para sus hijos con este cometido.

Dicho estudio, enmarcado en un proyecto nacional I+D, se ha basado, fundamentalmente, en una encuesta realizada en centros educativos públicos y privados españoles de la Península a más de 5.000 estudiantes de ambos sexos, entre 12 y 17 años, y matriculados en los diferentes niveles de la ESO, de los cuales se seleccionó a un total de 2.077 para el análisis final.

El éxito de las redes sociales

El informe destaca que un 90% de los encuestados tiene al menos un perfil en alguna red social, y cuatro de cada diez adolescentes reconocen que les costaría mucho o les molestaría dejar de conectarse a su red social todos los días; una afición que se agudiza sensiblemente más entre las menores que entre los chicos.

Este apego a las redes sociales es mayor a medida que los encuestados tienen más edad (15 a 17 años), quienes también muestran una adhesión superior a los pequeños en la exploración de Youtube, en consultar contenidos sobre sexo, comprar on line o en informarse en páginas de belleza, moda y similares. Sin embargo, entre los menores de 12 a 14 años hay una cierta inclinación a la consulta diaria del Messenger y tienden más a la práctica de juegos por internet.

El problema más grave en la adhesión a las redes se da entre los adolescentes que se conectan a internet más de cinco horas (algo menos de un 20% del total), ya que afirman que «se sentirían muy mal» si pasan varios días sin navegar.

Control de los padres

El estudio realizado analiza, asimismo, el control impuesto a los adolescentes. En este caso, es mayor para las chicas que para los chicos. En el hogar, la vigilancia es ejercida principalmente por las madres; son ellas las que indagan más sobre el uso que hacen sus hijos de internet y un 16% están agregadas al perfil social de sus hijos, en contraste con el 12,7% que se registra entre los padres.

No obstante, esta vigilancia se refiere fundamentalmente a la frecuencia de uso: la mayoría se limita a mirar y preguntar a sus hijos qué están haciendo cuando navegan o a limitar el tiempo de uso, y sólo una minoría utilizan filtros de acceso. Tres de cada diez adolescentes declara que sus padres alguna vez les han comentado sobre los riesgos de internet o que frecuentemente les avisan de estos peligros.