Los ludópatas registran su enfermedad recién a los tres años de juego compulsivo. «En ese momento el paciente empieza a ver que no puede parar de jugar y se da cuenta de que ha sufrido pérdidas económicas y afectivas», explicó Gabriela Álvarez, psicóloga del área de «Juego Responsable» del Instituto de Juegos y Casinos.

Conceptos similares aportó Carina Stelik, jefa del Plan Provincial de Adicciones: «Al PPA llegan personas con problemas de larga data, cuando el daño social de estas personas tiene un alto compromiso. Estamos intentando revertir esto con una detección precoz»

«Hay que hacer sentir y pensar que esto puede transformarse en un problema, que el juego también puede enfermar o comprometer la salud, porque las personas lo hacen con una baja conciencia de ello», agregó Stelik.

También dijo Stelik que hay una relación directa entre la cantidad de individuos enfermos y el incremento de salas de juego en Mendoza. «Ha crecido la situación. Hay más salas de juego, con lo cual se evidencia más consumo problemático», expresó.

El PPA y Juego Responsable trabajan por separado, pero se complementan en materia de ludopatía. La unidad de Juegos y Casinos sólo tiene injerencia en la Capital, pero en cambio, el PPA posee 9 centros preventivos de asistencia en toda la provincia, además de una sede central con cuatro áreas programáticas.

Según publicó diario El Sol semanas atrás, unas 130 personas pidieron ayuda para enfrentar su problema de ludopatía el año pasado en Mendoza y esta patología va en aumento.

Frente a esto, los encargados de los programas oficiales han comenzado a buscar aportes de los casinos privados. «Se firmó un convenio de colaboración, ahora hacen falta los acuerdos particulares para fijar los montos», explicó Álvarez.