El tráfico de droga sigue siendo uno de los principales caballos de batalla de las policías de todo el mundo. La sustancia más demandada por los consumidores de estupefacientes es, sin duda, la cocaína, que se distribuye de manera ilícita por todo el planeta. En los últimos años, la mayor presión ejercida por los cuerpos y fuerzas de seguridad ha provocado que proliferen nuevas rutas que tratan de burlar el control de las autoridades en el camino de la coca hacia El Dorado europeo.

Eso es, al menos, lo que se desprende del último informe elaborado por el Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías, perteneciente a la Oficina Europea de Policía (Europol). Según este órgano, encargado de facilitar las operaciones de lucha contra la criminalidad en el seno de la UE, por España sigue entrando buena parte de la cocaína que llega a Europa desde Sudamérica, donde Colombia continúa siendo el líder suministrador. En los últimos dos años, sin embargo, mexicanos y dominicanos han ganado influencia en el tráfico y, por ende, en estas nuevas rutas del narcotráfico, al menos una de las cuales pasaría por Canarias. De hecho, según Europol, el Archipiélago «tiene una buena situación geográfica, camino a España, bien conectado por vía aérea con toda Europa, ideal como estación intermedia para la distribución al resto de los destinos». En este sentido, el órgano policial europeo, como ha informado este periódico en varias ocasiones, las Islas formarían parte de la denominada ruta central de la droga, que se extiende desde América del Sur a la Península, con tránsito también en distintos puntos de Cabo Verde, Azores y Madeira. «Los traslados se realizan frecuentemente por mar, en grandes buques de carga, que trasbordan luego la droga a pequeños barcos pesqueros, lanchas y planeadoras», destaca Europol. La crisis financiera global «ha acercado a los ciudadanos de la Unión Europea (UE) al crimen organizado», asegura el informe publicado por la Oficina Europea de Policía, quen considera que algunos países se están haciendo «más tolerantes» con las ilegalidades, y los individuos más vulnerables al reclutamiento de grupos criminales, por ejemplo, para servir de mulas de heroína y cocaína.

Junto a la mencionada ruta central que pasaría por Canarias, Europol identifica otras dos rutas marítimas hacia Europa: la del Norte, que va desde el Caribe, a través de las Azores, a Portugal y España; y, más recientemente, la Ruta Africana desde Sudamérica hasta África Occidental, y desde allí principalmente a España y Portugal. En esta, como alertó recientemente la comunidad de policías de América (Ameripol), las Islas también jugarían un papel fundamental como puerta de entrada de cocaína procedente de Bolivia, Colombia y Venezuela con destino a África.

«La vía marítima domina y las nuevas tecnologías (Internet) facilitan la comunicación y el intercambio de materias primas, equipos y experiencia», constata Europol, que subraya que «adicionalmente, traficantes dominicanos establecidos en las Islas Canarias y el territorio continental español han incrementado su poder, lo que quizás esté relacionado con la pérdida de terreno de esos grupos frente a los cárteles mexicanos en el tráfico mayorista en Estados Unidos».

La policía europea afirma en su informe que los beneficios del tráfico de coca hacia Europa suelen utilizarse, entre otras cosas, para financiar las actividades de grupos rebeldes como las FARC colombianas, aunque Europol afirma que cárteles de drogas de México, Colombia y Brasil también han asumido un «papel notable» en el «tráfico de especies animales en extinción hacia los mercados europeo y estadounidense», para el que utilizarían los mismos métodos del narcotráfico.

Según datos contabilizados por el Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías, en la actualidad unos 14 millones de europeos (el 4,1% de los adultos) consumen cocaína con cierta regularidad, y solo en 2011 las autoridades españolas incautaron más de 38 toneladas de cocaína, gran parte de ellas en el mar, lo que representó alrededor del 50% de la cantidad total estimada interceptada en Europa ese año.

Laboratorios de «extracción secundaria»

Uno de los aspectos a los que hace referencia el informe de la Europol es el aumento de los llamados laboratorios de la droga. Mientras que los incautados en Sudamérica basan la fabricación en la propia base de cocaína o de clorhidrato de cocaína (HCl) a partir de hojas de coca o pasta de coca, la mayoría de los detectados en Europa son de «extracción secundaria». Estos se utilizan para eliminar la cocaína de otros materiales en los que se ha incorporado -y por lo tanto oculta- antes de la importación.

«La base de cocaína se puede incorporar en una amplia gama de materiales, incluyendo la cera de abejas, fertilizantes, diversos tipos de plástico, ropa, hierbas, líquidos, guano, tapicería, etc.», destaca la Europol, quien explica que el proceso de incorporación puede ser bastante simple, por ejemplo sumergiendo trozos de prendas de vestir en una mezcla de cocaína y agua. También puede ser más complejo, si requiere un proceso químico, con el fin de incorporar plástico dentro de clorhidrato de cocaína. «En este caso se requiere un proceso químico inverso para extraer la cocaína del plástico antes de ser adulterada con diferentes agentes de corte», concluye la agencia europea.