El gobierno uruguayo analiza utilizar marihuana en el tratamiento de enfermedades neurológicas, de enfermos terminales y en adictos a drogas más fuertes, señaló el subsecretario de Salud Pública, Leonel Briozzo, el domingo a un medio local.

En el marco de la regulación de la ley que legalizó en diciembre la producción y venta del cannabis en Uruguay, el Ministerio de Salud Pública (MSP) trabaja en lo referente «al uso medicinal de la marihuana», dijo el funcionario, a la local radio Montecarlo, desde Nueva York, donde participa de reuniones en la sede de Naciones Unidas.

«Dentro del uso medicinal hay básicamente tres grandes grupos de acciones, uno es en enfermedades neurológicas degenerativas, que se sabe tiene un rol importante, otro es en los cuidados paliativos y el tratamiento del dolor que en algunos casos ayuda mucho en los momentos finales de la vida», remarcó el jerarca.

Mientras que una tercera opción es «el uso (de marihuana) para disminuir el consumo de otras drogas más pesadas como la pasta base» (de cocaína), añadió.

Briozzo expuso en Naciones Unidas sobre el trabajo que llevan adelante las autoridades uruguayas para presentar la regulación de la ley, que verá la luz pública a mediados de abril.

Uruguay aprobó en diciembre pasado una ley que regula el mercado de cannabis y sus derivados. La iniciativa impulsada por el presidente José Mujica es considerada un experimento que busca enfrentar el narcotráfico.

La norma permite a los mayores de 18 años acceder a la droga mediante el autocultivo, clubes de consumidores o comprándola en farmacias, con límites y previo registro ante el Estado.

El primer efecto de la ley fue la legalización del autocultivo, pero para que se inicie la plantación y venta de cannabis legal es necesario esperar a la reglamentación de la norma, que definirá cómo se otorgarán las licencias para plantar, los tipos de cannabis a utilizar, entre otros aspectos.

Según han adelantado autoridades, el país produciría marihuana mediante licencias a privados pero al comienzo, por una cuestión de seguridad, en invernáculos ubicados dentro de predios militares.