Estrategias de marketing, tolerancia social, experimentación por costumbres transmitidas entre amigos, información equivocada sobre efectos y búsqueda de soluciones mágicas a la violencia criminal, por esas líneas de acción se introdujo en el mundo un debate sobre la legalización del mercado de drogas. Así lo entiende la principal funcionaria de los Estados Unidos en esa materia, Nora Volkow, psiquiatra, una de las cien personas más influyentes del mundo para la revista Time en 2007 y directora del Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas.

«Se ha manipulado la información sobre los efectos de la marihuana y eso provocó un cambio de actitud. Más gente piensa que la marihuana no es dañina. La gente está aceptando que es beneficiosa. Y eso es un error», expuso Volkow en un diálogo en Buenos Aires con un reducido grupo de especialistas en adicciones.

Y agregó: «El 9% de los expuestos a la marihuana se vuelve adicto y en un mayor porcentaje los adolescentes».

Volkow está a cargo desde 2003 del instituto que emite los informes sobre consumos de sustancias psicoactivas en los Estados Unidos. Un organismo oficial, pero que no depende de las políticas de la administración gubernamental de turno. En ese puesto vivió el debate que se dio en Colorado, el primer estado norteamericano que aprobó la venta de marihuana para uso recreativo.

Volkow no está de acuerdo con esa experiencia: «Los indicadores de Colorado no son positivos. Tiene 15% más de consumidores que el resto de los estados», sostiene.

Uno de los puntos que puso a Colorado como un territorio amistoso para la marihuana fue la fijación de la idea sobre que esa droga ayuda a soportar tratamientos médicos invasivos. Para la especialista norteamericana para sostener esa teoría, fueron usados estudios no confirmados científicamente.

«La marihuana afecta el cerebro, Tiene algunos componentes que potencialmente pueden contar con capacidades terapéuticas, pero no es un medicamento», dijo.

«En el estado de Colorado la legalización del uso médico de marihuana empezó en los años 90 y tomó fuerza en la última década. Pero la mayor parte de los individuos que consigue la receta tiene entre 20 y 30 años, por lo que parece una forma de facilitar el acceso a la droga.»

Diferente es el caso del tabaco, que fue combatido con señalamientos sociales y tratado como una mala costumbre. «El uso del tabaco disminuyó 50% entre los jóvenes en los Estados Unidos. Con la marihuana hay que aplicar la misma estrategia que funcionó con el tabaco. Pero algunas compañías tabacaleras hoy son las que sostienen el marketing de la marihuana.» Según Volkow, ante el mercado del tabaco cercado y en disminución, parece buscarse un reemplazo que consolide ganancias a futuro.

De nuevo pone como ejemplo lo que ocurre en Colorado. En ese estado, desde este año, se puede vender libremente marihuana a mayores de 21 años, pero la votación que dio paso a esa legalización se realizó en 2012 y mayor es el período de permisividad local con esa droga. El resultado parcial: «Colorado es el estado donde más se consume marihuana y donde más accidentes fatales están vinculados con su uso. No bajó el crimen; al contrario de lo que esperaban, el delito aumentó un 12%. Se registró, además, un 30% más de abandono escolar. Y como la marihuana legal es más cara que la conseguida en las calles, entonces sigue el mercado negro», reseñó Volkow.

La experiencia que intentan llevar adelante las autoridades uruguayas le parece a la experta en drogas interesante por la intención de dejar en manos de un gobierno la producción y distribución de la marihuana. «Al menos no habrá una empresa que necesite generar adictos para obtener ganancias», expresó, pero mantuvo las dudas sobre la eficacia y oportunidad del proceso de legalización de Uruguay. «El costo sanitario de todas las legalizaciones será alto en el futuro», indicó.