Cuando la marihuana actúa sobre nuestro organismo, sus principales efectos son debidos a la unión del químico psicoactivo THC con un receptor que se encuentra no solo en las células del cerebro, donde es muy abundante, sino en muchos otros rincones del cuerpo humano. Se trata del receptor cannabinoide número 1 (CB1), que desde este jueves es más conocido que nunca porque un grupo de investigadores ha conseguido obtener su estructura cristalina.

Los científicos, pertenecientes a varios centros de Estados Unidos y China, consiguieron definir la estructura tridimensional de CB1 en el laboratorio mediante varios pasos. Algo que no se había conseguido hasta el momento y que este jueves publica la revista Cell.

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