Nota: artículo original publicado en www.europapress.es/internacional

La Comisión Europea ha enviado el jueves de la semana pasada un ultimátum a España para que cumpla en el plazo de dos meses con la plena trasposición de la nueva directiva que regula la venta de tabaco, cuyo plazo para ser trasladada a la legislación nacional expiró el pasado mes de mayo.

La advertencia tiene la forma de un dictamen motivado, segunda fase de un procedimiento de infracción, y da dos meses al Gobierno para responder a las exigencias de Bruselas.

Si el Ejecutivo comunitario no da por buena la respuesta de España en ese plazo, seguirá adelante con el expediente y podría llevar el caso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

La nueva norma endurece las reglas para fabricar, producir y presentar en la Unión Europea este tipo de productos –cigarrillos, tabaco de liar, tabaco de pipa, puros, puritos, tabaco de uso oral, cigarrillos electrónicos y productos a base de hierbas para fumar– e introduce normas aplicables a determinados productos relacionadas con el tabaco.

Bruselas ha advertido de este modo a otros cinco Estados miembros además de España: Chipre, Croacia, Eslovenia, Luxemburgo y Suecia.