Un estudio desarrollado por un equipo de investigadores del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona y del Instituto de Estudios de Alcohol y Drogas de la Universidad de Valladolid apunta que los pacientes dependientes a opiáceos coinfectados con VIH y hepatitis C y que reciben terapia sustitutiva requieren dosis más altas de metadona que aquellos no infectados.

El trabajo se enmarca en el proyecto PROTEUS, una investigación que surgió en 2009 debido a la necesidad de disponer de datos epidemiológicos de pacientes dependientes de opiáceos, centrado concretamente en conocer más sus tratamientos, así como sus comorbilidades médicas y psiquiátricas.

Como explica Carlos Roncero, jefe de Sección de Adicciones y Patología Dual del hospital catalán, no existían datos completos significativos de los pacientes españoles, por lo que se seleccionó una muestra representativa a nivel nacional, recopilando finalmente información de 624 pacientes dependientes a opiáceos procedentes de 74 centros de asistencia de toda España.

AIDS Care (2017); doi:10.1080/09540121.2017.1313384

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