Cada año nacen en el mundo unos 15 millones de bebés antes de llegar a término, es decir, más de uno en 10 nacimientos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En España, el número de niños nacidos antes de la semana 37 de gestación ha aumentado un 36% entre 1996 y 2013, de acuerdo con las últimas cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE). Con 28.000 bebés nacidos de forma prematura al año -equivalente a uno de cada 13-, España es uno de los países europeos con mayor tasa de nacimientos pretérmino. Aunque no hay causas concretas, la ciencia apunta a varios factores que favorecen la prematuridad, como las técnicas de reproducción asistida, los partos múltiples, el estrés laboral, los problemas de salud en la madre y el retraso de la maternidad. Y uno de gran relevancia: el tabaco.

Su consumo, o la exposición pasiva a éste durante el embarazo, tienen numerosos efectos negativos que influyen en el desarrollo del feto, y en su nacimiento antes de tiempo. Coincidiendo con el Día Internacional del Niño Prematuro, la Universidad Internacional de Catalunya (UIC Barcelona), el Instituto Catalán de Oncología (ICO) y el Instituto de Salud Carlos III de Madrid, han dado a conocer los resultados de un estudio publicado en Environmental Research que muestra una correlación inversa entre el control del tabaco los nacimientos prematuros. Así, analizando los países europeos, se observa que, cuanto mayores son las medidas de control del tabaquismo, menores son las tasas de prematuridad.

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