La Organización de Consumidores y Usuarios ha realizado un estudio con el fin de averiguar hasta qué punto los menores de edad tienen dificultades para acceder al alcohol cuando se proponen conseguirlo. Lamentablemente, la investigación de OCU demuestra que, a pesar de la prohibición legal, lo consiguen en el 57 % de las veces. Esta cifra, aunque alarmante, es mejor que la del 2009, cuando lo lograron en el 76 % de los intentos en el mismo estudio realizado en aquel año por la Organización.

Para realizar la investigación y evaluar el cumplimiento de la actual normativa que prohíbe vender y servir a personas menores de edad, OCU ha enviado, vigilados a distancia por un adulto, a varios chicos y chicas de 16 y 17 años para tratar de comprar alcohol en distintos tipos de establecimientos: supermercados (20), bazares y tiendas de conveniencia (35) y restaurantes de comida rápida (20).

Las ciudades en las que se ha realizado el estudio han sido Barcelona, Hospitalet, Madrid, Fuenlabrada, Valencia, Sevilla y Bilbao, donde los menores acudieron dos veces a cada lugar: alrededor del mediodía y por la tarde, entre las 7 y las 9. Todos tenían instrucciones de mostrar el DNI en caso de que se lo solicitaran y de decir su verdadera edad si les preguntaban. Las 150 visitas realizadas muestran un retrato fiable de lo que se puede encontrar hoy un menor en la calle: les resulta muy fácil conseguir alcohol.

El 79% de los menores, bebe

El problema del consumo de alcohol entre los jóvenes no es nuevo. Su consumo ha sido tradicionalmente tolerado en nuestra sociedad y, aunque actualmente va calando cada vez más el mensaje de que los menores no están preparados ni física ni mentalmente para beber, estos siguen viendo cómo los adultos consumen alcohol de forma más o menos habitual.

En este sentido, tiene especial relevancia la asociación directa que la sociedad occidental tiene entre alcohol y diversión. Así, la última encuesta Estudes del Ministerio de Sanidad sobre consumo de alcohol en enseñanzas secundarias revelaba que el 79 % de los estudiantes entre 14 y 18 años admite haber consumido alcohol alguna vez y un 22% de ellos confiesa haberse emborrachado en el último mes.

Donde consiguen los menores el alcohol

Los adolescentes que participaron en el estudio de OCU entraron a comprar chucherías y un pack de 6 cervezas a medio día en supermercados, bazares y tiendas de conveniencia y por la tarde, acudieron a por una botella de ron. También visitaron tiendas de comida rápida, donde pidieron algo de comer y cerveza para beber.

En los supermercados:

Los menores consiguieron alcohol en una de cada dos visitas (un 53 %). En total, hubo 15 supermercados (de los 20 visitados) que lo vendieron al menos en una de las visitas sin poner ningún obstáculo.

En Madrid y Barcelona los menores obtuvieron alcohol en el 25% de las visitas. En Valencia, lo consiguieron en 5 de cada 8 visitas (se negó un Consum por la noche y un Mercadona en ambos intentos). En Bilbao, la situación fue similar: lo negaron Simply, Dia y Eroski en una de la visitas. Y en Sevilla se dio la permisividad más alarmante, ya que los menores consiguieron alcohol en 7 de los 8 intentos y en los 4 supermercados visitados: Dia, Cash Fresh, Más y Mercadona).

En bazares y tiendas de conveniencia

Estos establecimientos vendieron alcohol a menores en casi el 60% de las visitas y en 24 de las 35 tiendas visitadas.

Este grupo incluye bazares, frecuentemente regentados por ciudadanos extranjeros y otros comercios con horarios extendidos. En estos últimos la tolerancia es muy alta, pues todos ellos vendieron alcohol a menores sin impedimentos. En cambio, llama la atención que ninguno de los bazares de Barcelona lo hizo, y en Bilbao solo uno de cada cuatro.

Restaurantes de comida rápida

Los menores que pidieron cerveza en estos establecimientos pudieron tomarla en el 60% de las visitas y en 13 de los 20 restaurantes visitados.

En Sevilla es donde resulta más fácil: fue posible en 6 de los 8 intentos: un Burger King lo negó en ambos turnos, pero otro y dos McDonalds lo vendieron a mediodía y por la noche. En Bilbao ocurrió en la misma proporción. En Madrid sirvieron cerveza el 63% de las veces: las negativas fueron en un kebab, un Burger King y un Pans. Barcelona y Valencia fueron más restrictivas, y solo lo ofrecieron en 3 y 4 visitas respectivamente de las 8 que se realizaron en cada ciudad a este tipo de establecimiento.

Más fácil la cerveza que el ron

Además de estos datos, del estudio de OCU se extrae que algunos supermercados vendieron alcohol a mediodía, pero no por la noche, como un Dia o un La Despensa en Madrid, o un Lidl o Mercadona en Barcelona. Lo mismo se observa en Bilbao, donde un Eroski se negó a vender ron por la noche, pero despachó cerveza de día sin ningún obstáculo. En total, 9 supermercados de 20 (un 45% de ellos) vendieron cerveza a mediodía, y en cambio se negaron a despachar ron por la noche.

En los restaurantes de comida rápida, OCU tampoco observa una política común a toda una cadena en base a este estudio. Por ejemplo, de seis Burger King visitados, hubo 3 que vendieron alcohol en los dos turnos (mediodía y tarde) y tres que no lo vendieron en ningún momento.

En resumen, un 63% de las veces que los jóvenes intentaron comprar cerveza se consiguió, frente a un 47% en el caso del ron, datos que suponen una cierta mejora respecto a 2009, cuando fueron un 81 y un 67 % respectivamente.

Con todos estos datos, OCU concluye que no existen directrices claras en los establecimientos para la venta de alcohol a menores. La negativa parece depender de factores como el tipo de alcohol que se pide, la hora o la percepción del vendedor.

Petición de OCU

En noviembre de 2016 el Gobierno anunció la preparación de un proyecto de ley para prevenir y reducir el consumo de alcohol en menores de edad. OCU continúa a la espera de conocer los detalles, ya que el anteproyecto aún no se ha presentado. La Organización espera que esta normativa llegue a aprobarse, y no ocurra como en el proyecto lanzado con este mismo objetivo en 2006, pero no que llegó a aprobarse.

OCU considera que este tipo de medidas son absolutamente necesarias y positivas, y reclama medidas más eficaces para evitar el abuso del alcohol, como dificultar el acceso, limitar la publicidad y controlar la política de precios.

Además, la Organización de Consumidores recuerda que, en el caso del alcohol, no existe una ingesta segura, por lo que el consumo por menores debe ser evitado por completo. No solo por sus consecuencias inmediatas (embriaguez, comas etílicos…), sino porque perjudica su desarrollo y porque el contacto temprano con una sustancia hace más probable que se genere una adicción, en este caso, que el adolescente termine siendo un alcohólico.