Las primeras conclusiones de una investigación sobre el consumo de cocaína en los jóvenes ha puesto de manifiesto que el abuso de esta sustancia, en la mayoría de los casos, es un episodio puntual asociado a un momento de experimentación. El estudio, que continúa realizándose y del que aún no se han establecido las conclusiones definitivas, es uno de los trabajos que elabora la Dirección General para la Drogodependencia y Adicciones después de que cada vez sean consumidores más jóvenes los que acceden a la cocaina.
El programa Itinere, iniciado hace dos años en Andalucía, Madrid y Cataluña, estudiará durante el periodo de seis años cómo evoluciona el consumo de cocaina en un grupo de jóvenes entre 18 y 30 años que residen en entornos urbanos y los problemas que genera éste tanto en su salud como en su caldiad de vida. El programa intenta aclarar sobre todo los trastornos psiquiátricos que se producen entre estos consumidores.
Itinere forma parte de los 14 proyectos de investigación tanto desde los social como de la parte clínica que se desarrollan actualmente sobre drogodependencia en la comunidad. En este caso se trata de seguir el comportamiento de un grupo de chavales de Sevilla. Andrés Estrada, director general para las Drogodependencias y Adicciones de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social, avanzó que, a través de estos jóvenes se ha detectado que «hay un consumo de cocaína experimental a edad temprana, pero una vez que éstos consiguen adaptarse a la sociedad a través del empleo, del estudio universitario o la formación profesional acaban abandonandolo en la gran mayoría de los casos». La cocaína es, detrás del cannabis, la sustancia ilegal más consumida en Andalucía, según el último informe Andaluces ante la droga.
Este documento pone de manifiesto que, aunque su consumo ha disminuido ligeramente, cada vez es más temprana la edad a la que se accede a ella y más frecuente su ingesta. «Se ha globalizado todo y también el acceso de droga», sintetiza Estrada. Un 5,1 por ciento de los andaluces entre 21 a 24 años consume cocaina y un 21,2 por ciento de los encuestados que aseguró tomarla indicó que comenzó a acceder a esta droga antes de cumplir los 17 años.
Estrada reconoce que los programas ante el consumo abusivo de drogas han tenido que adaptarse ante el nuevo perfil de las personas que hay que tratar. Así, en los últimos dos años han comenzado a elaborarse planes diferenciados tanto para jóvenes como para mujeres. «Ha habido un incremento de mujeres que acceden a los centros de tratamiento no porque haya más consumo, sino porque hay un mayor apoyo familiar a estas mujeres para que puedan acudir a los centros de tratamiento», explica el director general. También se ha producido, añade, una disminución en la percepción de riesgo que comportan las drogas.