Redacción-

Un nuevo estudio analiza las publicaciones en Twitter que relacionan el consumo de tabaco con una mayor protección frente la Covid-19. Las autoras están preocupadas por el marketing encubierto que se produce por este tipo de redes de los productos del tabaco, en una anterior investigación del mismo grupo determinaron que casi el 50 % de las conversaciones sobre cigarrillos electrónicos involucraban temas de marketing.

En el estudio aseguran que el contenido pro-vapeo domina las redes sociales y que se ha observado que los buscadores de información sobre cigarrillos electrónicos en estos sitios web tienen más probabilidades de usarlos posteriormente. Los tipos de información errónea en esta línea incluyen las consecuencias no verificadas del uso del producto y los métodos de abandono que carecen de evidencia. Las cuentas a favor de fumar tienden a ser de individuos, mientras que las cuentas en contra de fumar a menudo se asocian con organizaciones, esto genera un aumento de la cohesión y crea un entorno oportuno para que los tuiteros a favor del tabaquismo respondan colectivamente.

Según las investigadoras, los mensajes que relacionan el consumo de tabaco con la prevención de la COVID-19, salen a raíz de observar una baja prevalencia de fumadores actuales entre los pacientes con COVID-19 y que los efectos inmunomoduladores de la nicotina se citan como evidencia del potencial terapéutico declarado de la nicotina para los pacientes afectados. Hay al menos un ensayo clínico planeado por investigadores franceses para evaluar el potencial terapéutico y profiláctico de la nicotina. Sin embargo, recientemente, se ha informado que el primer autor del artículo ha tenido financiación de la industria tabacalera en el pasado y hay problemas metodológicos en los artículos que indican el papel profiláctico de la nicotina. Además, otro artículo de 2020 que planteaba la hipótesis del papel beneficioso de la nicotina para COVID-19 se retiró debido a vínculos anteriores de los autores con la industria tabacalera.

En general, en la literatura actual sobre estos temas, los autores indican claramente que la adicción severa al tabaquismo y los efectos dañinos para la salud comprobados dictan que no debe usarse como un medio para prevenir o tratar el COVID-19.

Para la investigación analizaron el contenido de más de 5000 tweets que contenían información sobre la nicotina y la COVID-19. A la vez que se han analizado las palabras clave que aparecen en las biografías de los perfiles que publicaban los mensajes. Los resultados mostraron que uno de cada cinco tweets que habla sobre la hipótesis de la nicotina también lo extrapola a un beneficio potencial de fumar o vapear para COVID-19. Y que los perfiles identificados como pro-vapeo, a partir de sus biografías de Twitter, pese a representar el 7 % de los perfiles eran responsables del 20 % de las publicaciones al respecto.

Las autoras señalan que solo fueron analizados tweets públicos escritos en inglés, y que faltaría explorar otras plataformas como Facebook y WhatsApp que por sus características pueden ser más propensas a la desinformación. Y concluyen que con las herramientas actuales esta al alcance construir modelos de aprendizaje automático que puedan detectar información errónea y formular respuestas apropiadas (por ejemplo, como tweets de “respuesta”) con enlaces a evidencia científica.

Leer el estudio completo en sciencedirect.com