El informe Tratamiento del trastorno por consumo de opioides. Necesidades no cubiertas en España, de Socidrogalcohol, la Sociedad Española de Patología Dual y la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria, analiza las carencias en el manejo del Trastorno por Consumo de Opioides (TCO) en España, destacando las barreras de acceso, desigualdades regionales, el aumento del consumo, y las necesidades específicas de los pacientes, incluyendo aquellos con patología dual, para proponer mejoras en los tratamientos disponibles.
El TCO es una enfermedad crónica que afecta gravemente la calidad de vida de las personas, y a menudo se presenta acompañado de patologías duales, como trastornos de salud mental. En España, el 67% de los pacientes con TCO sufre de patología dual, con alta prevalencia de depresión (36,1%), trastornos de ansiedad (29,1%) y trastorno de personalidad antisocial (33,6%). Esta coexistencia complica el tratamiento, ya que estos pacientes suelen tener un historial de consumo más prolongado y peores resultados de salud.
Las mujeres, especialmente aquellas embarazadas, en prisión o en situaciones de violencia de género, presentan una mayor vulnerabilidad tanto al TCO como a la patología dual, lo que exige un enfoque específico para abordar sus necesidades.
En Europa, el consumo de opioides ha aumentado un 23% entre 2011 y 2021. En España, el uso de fármacos opioides con receta se incrementó más del 100% entre 2019 y 2021, pasando de 9,9 a 21,1 dosis diarias por cada 100.000 habitantes. Más del 56% de los pacientes comenzaron a consumir opioides por dolor agudo.
Además, el consumo de opioides sintéticos más potentes, como los nitazenos, está creciendo, desplazando en parte a la heroína, que ha sido históricamente uno de los opioides más consumidos en Europa. En España, este cambio también se acompaña de un aumento en el consumo de cocaína y opioides prescritos.
El Tratamiento con Agonistas Opioides (TAO), basado en metadona y buprenorfina/naloxona (BUP/NX), es el enfoque principal para tratar el TCO. Este tratamiento ha demostrado eficacia en la reducción del consumo de drogas ilícitas, el riesgo de sobredosis, y la prevención de infecciones como el VIH y la hepatitis C. Sin embargo, cerca del 40% de los pacientes en TAO en España continúan consumiendo heroína, evidenciando problemas de adherencia que limitan su efectividad.
En cuanto a las barreras de acceso al tratamiento, destacan los factores sociales, regulatorios, económicos y organizativos que complican el acceso al TAO, afectando especialmente a colectivos vulnerabilizados como personas con patología dual, mujeres, población penitenciaria y residentes en zonas rurales. Además, el estigma asociado al tratamiento perpetúa barreras adicionales para quienes más lo necesitan.
Desde 2021 se dispone de la buprenorfina de liberación prolongada (BLP) en España, una alternativa innovadora que permite administraciones semanales o mensuales. Este tratamiento presenta beneficios clave, como mejorar la adherencia, reducir el estigma y facilitar la integración del tratamiento en la vida cotidiana de los pacientes.
Sin embargo, su implementación enfrenta obstáculos significativos, como el miedo de los pacientes a los tratamientos inyectables, el desconocimiento de los profesionales sanitarios y criterios restrictivos que limitan su prescripción. Para maximizar el potencial de la BLP, el informe propone flexibilizar estos criterios y promover su uso en pacientes que podrían beneficiarse más de este tratamiento.
Conclusión y recomendaciones
El informe subraya la importancia de un enfoque integral y personalizado para tratar el TCO, especialmente en pacientes con patología dual. Propone una serie de medidas clave:
1. Flexibilizar los criterios de acceso a la BLP: Permitir que se use como primera línea en pacientes de novo o como alternativa en casos donde los tratamientos tradicionales no logran estabilizar al paciente.
2. Promover la formación de profesionales sanitarios: Aumentar el conocimiento sobre el uso de la BLP y otros tratamientos innovadores para optimizar su implementación.
3. Reducir el estigma y las barreras estructurales: Implementar políticas que promuevan la equidad en el acceso al tratamiento, especialmente para colectivos vulnerables.
4. Impulsar la toma de decisiones compartida: Garantizar que los pacientes reciban información clara sobre las opciones disponibles para que puedan elegir el tratamiento que mejor se adapte a sus necesidades.
Según el documento, ampliar las opciones terapéuticas, como la BLP, no solo aumentará las tasas de éxito en el tratamiento del TCO, sino que también contribuirá a reducir las recaídas, mejorar la calidad de vida de los pacientes y aliviar la carga sobre el sistema sanitario. Este enfoque integrador y basado en la equidad tiene el potencial de transformar el manejo del TCO en España, beneficiando tanto a los pacientes como a la sociedad en general.