Sexo y coca

Temas relacionados con las anfetaminas, la cocaína y los estimulantes
Marabella
Mensajes: 22
Registrado: 03 Dic 2007 14:47

Sexo y coca

Mensaje por Marabella »

¿Alguien puede explicarme la relación que existe entre la coca y el sexo? Soy pareja de un cocainómano y nuestras relaciones sexuales no son normales, de hecho apenas existen sino hay coca de por medio. Gracias por vuestra ayuda.
ELIZABETH BATHORY
Mensajes: 93
Registrado: 09 Abr 2008 17:38

Mensaje por ELIZABETH BATHORY »

Ola Marabella, durante muchos años he consumido todo tipo de sustancias y explícitamente cocaína de un modo obsesivo durante más de cinco. Por eso determiné hablarte un poco de mi experiencia sobre este tema tras leer tu petición.
Existe un mito asociado a la cocaína y un supuesto favorecimiento en relaciones sexuales bajo los efectos y con el uso de esta sustancia. Incluso he llegado a oír chorradas como que es excitante. Te diré que no son más que meras invenciones y sucias mentiras.
Muchos de los que tuvimos abusos de esta droga generamos obsesiones paralelas a su propio consumo. Entre las más frecuentes al sexo, al juego, al consumo a su vez abusivo de alcohol o la paradójica obsesión del culto al cuerpo, cuidado personal y vida sana. La coca es una droga que produce cantidad de problemas de tipo mental y si hay algo que favorezca es el desarrollo de todo tipo de patologías psiquiátricas. Personalmente durante el punto de máximo esplendor de mi consumo, yo me convertí en un completo paranoíco. Salía a la calle y me sentía vigilado, creía que todo el mundo conspiraba a mis espaldas y desconfiaba de todo y de todos.
En cuanto al sexo resulta que el consumo de coca lo que hace es retardar el orgasmo relativamente proporcional a la dosis tomada y esto va degenerando. Al pricipio me sentía como un Dios del sexo porque podía pasar muchísimo tiempo seguido manteniendo relaciones sexuales sin eyacular. En breve esto se convertiría en un problema. Era incapaz de correrme en la mayoría de relaciones sexuales; en consecuencia esto provocó dos cosas: la primera fue que culpara a mis parejas sexuales de mi imposibilidad de llegar al orgasmo. Y la segunda que mi cabeza enferma intentara superar este problema mediante la consecución de perversiones y fantasías sexuales; pero eso no era la solución al problema y por lo tanto nunca suficiente. Lo cierto es que yo gracias a Dios no me excedí sobremanera en este tema. Básicamente buscaba la satisfacción en la variedad, eso me llevó a ser infiel con muchas mujeres. Me daba morbo la idea de exhibirme durante el acto sexual o hacerlo en lugares extravagantes. Sin embargo he conocido casos en los que este tema ha degenerado en algo absolutamente enfermizo: palizas a sus parejas, utilizar todo tipo de accesorios y no me refiero a juguetes sexuales, sino cuchillos y cosas por el estilo, sexo con animales, masturbarse hasta hacer sangrar el propio miembro,etc.........
Mira Marabella, no pretendo asustarte ni nada parecido. Sencillamente hacerete entender que no permitas que te haga sentir culpable de que el sexo no funcione entre vosotros. Y bajo ningún concepto accedas ante humillaciones, vilpendio, vejaciones o ante cualquier cosa que no quieras hacer. Y si temes por tu integridad, no dudes en pedir la ayuda pertinente. Apártate de él si lo crees necesario. Las drogas no son ningún juego y en particular la cocaína afecta a la estabilidad mental. Ánimo Marabella, procura ante todo por ti misma y sobre todo apóyate en la gente que te quiere. Sin más atentamente, esperando haberte servido de alguna ayuda. Un fuerte abrazo.
Marabella
Mensajes: 22
Registrado: 03 Dic 2007 14:47

Mensaje por Marabella »

Gracias por tu respuesta, creo que ahora entiendo todo un poco mejor. El hecho es que entre nosotros el sexo no existe porque parece ser que "se le hace un mundo" si no es con drogas, porque se aburre. Supongo que con las drogas podrá fantasear más, o estará más desinhibido para decirme cosas. Él sólo quiere hacerlo cuando consume, a lo que yo me niego. En fin, esto se está convirtiendo en un gran problema en nuestra relación, como si tuviéramos ya pocos con la coca.