En primer lugar quería saludar a tod@s los que habéis pasado por aquí en algún momento. Si eso es así, tal y como me pasó a mí, os estáis informando sobre cómo sobrellevar el gran “trauma” que nos han dejado estas personas enfermas, con las cuales hemos compartido nuestra vida, hemos luchado todo lo que hemos podido por ellas, y que sufren lo que suelen llamar una enfermedad como la adicción a la cocaína.
Vengo para presentarme y contar mi historia, la cual tiene algunas particularidades que por aquí no se comentan y, por otra parte, tiene muchas similitudes con otras historias, las cuales me han ayudado, y me siguen ayudando a saber cómo supero esto, con terapia incluida.
Espero que mi experiencia ayude a otros que estén pasando por lo mismo. Por aquí leo muchas historias sobre promesas, tratamientos de desintoxicación y esperanzas (lógicas) de pensar que esa va a ser la solución, ya que no nos queda otra que buscar atención médica para “controlar” esto. Lo que quizá no nos cuentan es que la que ya está manipulad@ antes de nada es la víctima de todo esto: tú. Y que una vez te quedas y permaneces al lado de una persona así, tu amor propio y tu autoestima ya se han ido al traste.
En mi caso, me pilló todo de sorpresa y aún así decidí quedarme al lado de la persona adicta. Un día cualquiera, se le había estropeado su móvil y había cogido otro viejo donde puso su SIM. No sé por qué (y menos mal que fue así), ese día se fue a trabajar y se dejó ese móvil en casa, y prometo que sin intención, ya que el móvil no tenía ni contraseña de desbloqueo, estalló la bomba cuando sonó un mensaje y, al mirar, leí un mensaje de una chica recordando lo bien que se lo pasaron ayer chateando, con fotos incluidas de sus dotes físicas al desnudo. Cosas más íntimas que vi mejor ni mencionarlas.
Por suerte o por desgracia, esa mañana pude estirar del hilo durante horas, ya que él no volvía hasta la tarde, y además de comprobar que mi pareja (ahora ya mi ex) se inflaba a hacer cibersexo con chicas de todos los estilos, descubrí otro mensaje que le envió a una prostituta.
En mi caso, fumo marihuana pero jamás me he metido una raya, así que cuando volvió a casa y le pedí explicaciones mi idea fue pensar que me diría que era ninfómano, que tenía una adicción al sexo, pero mi sorpresa fue peor: me confesó que tenía una adicción a la cocaína desde hacía año y medio. Yo me quedé blanca, nunca mejor dicho, ya que de todo lo que había visto eso no lo había detectado. Cuando me confesó su adicción, pensé en si ayudarle o no mientras me exprimía el coco para no meter infidelidad y adicción en el mismo saco. Y si lo metía, justificarlo sí o sí con “la enfermedad”. Una ***** lo mires por donde lo mires.
No sé por qué me quedé. Sé que le amaba y por eso luché por mi relación todo lo que pude, a pesar de saber que debía superar dos cosas: Acompañarle a superar una adicción a escondidas de la que no tenía ni idea, y además, que me engañara con prostitutas, lo cual directamente amenazaba a mi salud, y ya ni mencionar el poco respeto de la mentira. Aún no sé cómo lo hice y cómo no le mandé a la mierda desde el primer minuto, pero me quedé.
Os cuento todo esto porque, tras casi 2 años de sus sesiones con el psicólogo, cambio de vida con su “aislamiento”, tests antidrogas semanales, y un control por mi parte que ni Sherlock Holmes, este es un tema que NO SE ENTIERRA. Él estuvo “supuestamente” limpio un año tras descubrirse el pastel, pero luego volvieron las recaídas. Tenedlo claro. Podéis hacer todo lo impensable por la otra persona, podéis incluso pensar que esto por fin se ha terminado, pero qué va. Es cuestión de tiempo que vengan las recaídas. Puede pasar un mes, un año… pero tened claro que volverá a hacerlo. Puede ser en el próximo cumple de un amigo, una boda, una salida de birras… es muy triste, pero es así.
En mi caso, lo peor que llevé fue lo que sabía que hacía cuando se metía. Yo, al no haber consumido nunca cocaína como digo, le creí cuando una vez él me contó que al consumir “se le iba la olla”, como cuando vas tan borracho que al día siguiente no te acuerdas de lo que ha pasado, y nada más lejos de la realidad.
Amigas mías con las que hablé de este tema y que alguna vez han consumido, me lo dejaron claro a lo largo del tiempo. El que consume cocaína se “despeja”, sabe perfectamente lo que hace porque te vuelve más lúcido, así que no dejéis que tampoco os engañen con la aparente “locura transitoria” que les entra al consumir. Es otra mentira más. Cuando él llamaba a esa ***** para decirle que en un rato se pasaba por su local, sabía perfectamente lo que hacía. Que no os ciegue el amor, porque yo he sido la primera ciega de aquí.
A tod@s los que estáis en pareja con alguien así, mi consejo es que tracéis un plan para salir de ahí. Sé que suena fácil pero nada más lejos, yo tardé años en darme cuenta, pero sí hubo un día, tras una nueva recaída, que pensé… “Lo dejo. No sé cuándo ni cómo pero lo dejo. No puedo más”.
Y así fue. Casi un año y medio después de idas y venidas, de esperar su buena reacción cada fin de semana, yo mantuve siempre la esperanza de que después de todo lo nuestro tenía que salir bien por *****. Seguí mucho tiempo justificando su apatía y su poco interés día a día. Pero un día lo dejé y se fue de nuestra casa con sus cosas.
Cuando eso ocurrió lo cierto es que él tampoco se opuso. Es cierto que nuestra relación ya estaba muy desgastada, aunque yo jamás perdí la esperanza, pero le puse una fecha. Y al final, el día menos "pensado" fue cuando le vi salir por la puerta, pero yo ya lo tenía muy meditado. El duelo ya lo pasé en la relación, o una mínima parte de él, mejor dicho.
Ahora, tras varios meses ya viviendo sin él y reflexionando sobre esto más de lo que me gustaría, también sé q otro de los efectos en ese tipo de relación, nos volvemos “adictos” a esa persona igual que ellos a la droga. En mi caso, mi adicción era como un "tic" que adquieres, que me hacía estar encima o "controlarle" por si podía volver a hacerme la púa. Ahora me doy cuenta que esa no era yo, pero sí me había transformado en eso. Ni siquiera me importaba tanto que consumiera como tal, lo que temía era que tras consumir se fuera de *****. Imagínate cómo estaría yo, que en vez de pensar que eso era inadmisible, sobre todo por la mentira, y no dejarme libertad de elección por ello, que cada uno se acueste con quien quiera pero q no joda al resto, me intentaba proteger para que no cambiara mi estado de ánimo de un minuto a otro.
Seguro que sabes de lo que hablo, esa sensación de estar siempre con el “ay”… y está claro que así no se puede vivir. Por suerte, tengo unos valores y personalidad, así q creo afrontar los problemas con fortaleza, pero recuerdo esos momentos en los que más que por cuidarle a él, era por cuidarme a mí misma de su daño. Es muy triste, pero en ese momento no tienes más armas. Por eso es todo tan complejo, porque intentas razonar una cosa que no tiene sentido. Es todo fruto de una manipulación mucho más temprana de la que tú puedas creer. De ahí que algun@s cometamos la temeridad de ayudarles en nombre del amor. No servirá de nada. Es así. El amor mejor dátelo a ti mismo para salir de ahí.
Por otra parte, en casi 7 años de relación, también solía pensar que por qué no me dejaba si estábamos así, y ahora lo entiendo. Ellos no tienen sentimientos como los tuyos, así que no os confundan. Lo que tú crees que es amor y lucha, para ellos es utilidad y cobardía para no poder prescindir de ti. Nunca te dejarán porque en ti tienen el combustible emocional que a ellos siempre les faltará. En el fondo están vacíos por dentro, a todos los niveles.
Ahora veo, tras 6 meses separada y 2 meses en terapia, que no sé cómo pude aguantar tanto, pero claro, es normal que eso ya lo veas a “toro pasado”. Si tú te sientes identificad@ con esto y me estás leyendo, te envío toda la fuerza del mundo, porque no será fácil, pero llega un momento en el que simplemente aceptas que eso no puede ser. Y te das cuenta de que no puedes permitir que esa persona te convierta en una desgraciad@ en vida.
Es lo más difícil que yo he tenido que procesar en mi vida. No os desaniméis. Estas personas te van a engañar siempre, y cuando les pilles te engañarán mejor. Nada es culpa tuya, nada pasó por lo que tú aportes en la relación, ni siquiera se trata de lo atractivo o no que resultes para él. Y creo que eso también es importante remarcarlo: Estas personas son estafadores emocionales, enfermos, adictos.. y tú caiste en su trampa por AMOR, no porque no seas suficiente ni menos que nadie. Es más, esta persona te “eligió” a ti por tus virtudes, por tu empatía, y por tu amor incondicional. Es triste pensarlo pero es verdad, la persona con la que has compartido todo le da igual cómo estés. Y eso sería así con cualquiera, te aseguro que no se trata de ti.
También es cierto que todo lo que él consiguió, aunque fuera por un tiempo para salir de esto, fue mérito suyo. Accedió a todo lo que le propuse y por eso también continué,... aunque luego entendí que ni eso jamás justificará la cobardía de la mentira continuada en el tiempo. Antes de eso lo dejo, pero para mi desgracia él tampoco me dio opción. También tuve que dejarlo yo, con todo el dolor de mi corazón y con una sensación de fracaso horrible.
Pero no, amig@. El fracaso sería seguir viviendo así. Ni los momentos más duros de ahora los cambiaba por como estaba antes.
Yo soy el ejemplo de cómo salir de ahí. Insisto, acabo de empezar la terapia, pero me está yendo super bien. Pedid ayuda. Yo cometí el error de estar callada casi un año “mano a mano” con él llevándolo todo, sin contarlo a la familia por no preocupar o por pensar (qué ilusa) que se iba a solucionar relativamente pronto, y eso nunca es así, así que hoy sé que eso también me destrozó. Ahora, estoy afrontando lo que seguramente te tocará enfrentar a ti cuando salgas: un trauma infundado que has de superar, porque tú no eres esto. Esto eres tú con un daño infundado, daño que tú no has hecho. Lo más sanador es centrarse, aunque duela, en la recuperación de un@ mismo, y volver a lo que eras antes de esta relación. Yo seguro que soy de las más perdidas de por aqui, pero sigo en la búsqueda y no me pienso rendir.
Como mujer, como persona que respeta y ama con sinceridad, esta persona me hundió, pero la culpa no fue de él, fue mía por quedarme. No me arrepiento porque así lo decidí y hoy me doy cuenta que lo hice por amor, así que no tengo nada por lo que avergonzarme. Eso sí, esto es una ***** lenta y ardua de superar. Ni siquiera sé si alguna vez volveré a confiar en alguien o si no me voy a volver la típica tía tóxica posesiva por temor a que me hagan lo mismo, pero pase lo que pase lo estoy afrontando.
Amig@, tú que ahora crees que estás en el fondo del pozo, mangoneado, poco respetado y con cuernos de “especialistas” o no del sexo, no desfallezcas. Encuentra momentos contigo mism@, rodéate todo lo que puedas de lo que te haga feliz y verás que la mínima libertad y el poder desahogarte con personas que sí te quieren harán la diferencia. Esa es la fuerza que encontré yo para armarme de valor un día y dejarlo definitivamente, ya que en otros momentos se lo había planteado pero luego, después de la discusión, nos reconciliábamos por no “liarla” más, pero nada se soluciona. No hay nada que puedas hacer por él o por ella. Él o ella mucho menos por ti.
Debido a todo esto, se necesita de una fortaleza extra para salir de la telaraña supuestamente amorosa donde te han metido. Eres una gran persona, que mantienes tu esencia, mucho mejor que quien te hace daño. Recupera tu amor propio y entiende que no hay ninguna felicidad en una relación donde se te engaña y manipula.
Tras poner mi contacto cero, no sé nada de mi ex. No es que quiera que aparezca, pero en mi cabeza sigue rondando la idea de cómo es posible que él sea así. No obstante, en algunos momentos lúcidos, entiendo perfectamente por qué él jamás volverá a mi vida. Conmigo ya no tiene nada qué hacer. Yo ya le descubrí, ya sé cual es su verdadera cara y él sabía que ya no me podía engañar, porque aunque, tal y como él me negó siempre a partir de ahí, nunca más hubiera hecho lo que hacía cuando llevaba su doble vida, yo ya nunca pude volver a “conectar” ni confiar en él, por lo que yo ya no le sirvo. Yo para él fui una “cortada de rollo”, por eso mucho mejor lejos, y mejor que nunca vuelva, porque jamás volvería a estar a su lado. Y sigo enamorada de él, ya que suele ocurrir que cuando pasa esto no lo dejas por falta de sentimientos, al contrario, pero hay que ser fuerte para entender que NO HAY NADA MÁS IMPORTANTE QUE TU SALUD MENTAL.
Por eso… ¡¡creedme que de aquí se sale!! con mucha ayuda de las personas que nos quieren, terapia y mucha mucha paciencia. Estoy aprendiendo también a perdonarme, y lo único que me ayuda es pensar QUE NO FUE CULPA MÍA. Y también pienso que él se podrá inflar a consumir, a ***** pagando, a todo lo que tú quieras, pero cuando todo eso pase, cuando se sienta solo en la cama por las noches sin poder dormir, te aseguro que pensará en qué ***** hizo con toda la vida que estabais construyendo.
En definitiva, me da más pena por él que por mí, porque yo me estoy enfrentando a esto y le estoy poniendo solución, pero él no sé cómo se lo va a montar si algún día quiere salir de esa mierda. Tiene un trabajo brutal por hacer. Y le sigo amando. Jamás quise menospreciarle ni herirle, así que ojalá me equivoque y pueda salir, porque también siento que cuando él está bien y tranquilo, es un ser maravilloso.
Sea como fuere, al menos me alegro de que yo ya no vaya a participar como bálsamo a su enfermedad tirando mi amor propio y mi vida por la borda. Ánimo, no estáis sol@s.
Si alguien necesita más ayuda o desahogarse que se ponga en contacto conmigo. Un fortísimo abrazo a todos
