Cinco años después conozco a mi siguiente pareja "adicta". Nos conocemos. Le dejo claro que no quiero drogas en mi vida. Me dice que las ha probado, que algún finde con los amigos, pero que nada, que muy ocasional. Le creo !!! Los primeros 6 años hacemos mucho deporte, bicicleta. Salimos esporádicamente de fiesta, yo también bebia alcohol.
El tiene un trabajo físico empieza a sacar excusas para no salir los findes a hacer deporte. Y empiezo a salir sola, cada vez con más frecuencia sola que con él. Esto lo encuentro raro, pero claro, el trabajo físico, los desplazamientos..."estoy cansado". Le digo que es el mismo trabajo que cuando lo conocí; respuesta "que no lo comprendo, que no lo entiendo, que tenemos que hacer lo que yo quiero". Te acaban convenciendo de que la egoísta eres tú. Es sibilino, muy sutil, tan sutil como va creciendo su propio enfermedad de la adicción y tú misma vas dejando invadir tu espacio, por tus propios miedos de baja autoestima, miedo al abandono, miedo a dejar de ser necesitada, inseguridades, ...
Llega la pandemia y los comportamientos extraños se triplican, cosas que no entiendes y la loca eres tú. Empiezas a sospechar pero te dices, no, no puede ser, me dijo que no consumiría cuando nos conocimos. Pero ese día llega, llega el día en el que te das cuenta que algo raro pasa y zasssss me di de morros con que mi churri estaba consumiendo cocaína. En el fondo lo sabía hacía mucho tiempo pero no lo quería ver.
Durante dos años intenté ayudarlo, salvarlo. Error. Solamente sostuve el consumo más tiempo con más mentiras y más maltrato psicológico, llegando a pensar que el problema lo tenía yo. Esto duro como digo dos años, hasta que yo no pude más y él empezó a tener psicosis. Estás paranoias nos llevaron al divorcio.
Hablé con su familia. El se atrincheró "loco" en su piso durante dos meses, totalmente ido, con un consumo de cocaína diario brutal hasta que pidió ayuda indirectamente llamando a emergencias.
Una semana después de este episodio, hicimos una reunión de intervención y accedió a ingresar en un centro. Tardó un mes sin consumir y con la ayuda de antipsicóticos en recuperar la cordura. Llegué a pensar que no tenía retorno.
Ha estado 3 meses de ingreso, 4 meses en piso tutelado y actualmente vive con sus padres y sigue en tratamiento ambulatorio.
A la par yo he estado en terapia también. Hace poco más de 7 meses oí por primera vez la palabra "Codependencia" y ahí estoy, trabajando mi enfermedad también. Porque las parejas que nos quedamos ahí, intentando salvar lo insalvable, necesitamos tratamiento igual. Está característica de "necesitar ser necesitadas" de "mendigar amor", de "conformarnos con migajas".... también tiene que ser tratada. Si no, volverás a encontrar una pareja complicada, dura, difícil, adicta...caerás en la misma piedra.
Sigo trabajando en mi y acompaño a mi "expareja" en su tratamiento. No sé si nos daremos una segunda oportunidad. De momento el está transitando en su recuperación y yo recuperándome de mi "co-adiccion" y construyendo mi vida.
Esa oportunidad llegará por mi parte sólo si el sigue en recuperación y tratamiento. Y tratamiento de por vida, porque la adicción es una enfermedad y sí, tiene tratamiento.
Mi admiración a todas las persona que están en este proceso de recuperación de su adicción. Mucha fuerza y ánimo, porque de la droga se sale. Y en este foro tenemos grandes ejemplos.
Y a todos/as codependientes como yo. Nuestro trabajo también es necesario para nuestra recuperación. La codependencia también es una enfermedad y debe tratarse.
El amor no duele