¿Se puede pensar la adicción como algo distinto a una enfermedad crónica?
“La adicción no es una elección. Es una enfermedad que le puede pasar a cualquiera”.
El mensaje estampado en la ventana de una pasarela del aeropuerto de Burlington, Vermont, sorprende porque no se parece nada a los habituales carteles turísticos y pancartas de bienvenida:
La declaración, parte de una campaña de servicio público en una comunidad asaltada por el consumo de drogas, pretende reducir el estigma y fomentar el tratamiento.
Durante décadas, la ciencia médica ha clasificado la adicción como una enfermedad crónica del cerebro, pero siempre ha sido difícil venderle el concepto al público. Esto se debe a que la elección personal desempeña un papel, tanto para iniciar el consumo de drogas como para dejarlas. La idea de que quienes consumen drogas son culpables de ello ha ido ganando terreno recientemente y ha impulsado iniciativas que buscan endurecer las sanciones penales por posesión de drogas y recortar la financiación de los programas de intercambio de jeringuillas.
En julio, un grupo de investigadores de la conducta publicaron una crítica de la clasificación, que, según ellos, podría ser contraproducente para los pacientes y sus familias.
“No creo que ayude decirle a la gente que padece una enfermedad crónica y que, por tanto, es incapaz de cambiar”, afirmó Kirsten E. Smith, profesora adjunta de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento en la Facultad de Medicina Johns Hopkins y coautora del artículo, publicado en la revista Psychopharmacology. “Entonces, ¿qué esperanza tenemos? El cerebro es muy dinámico, al igual que nuestro entorno”.
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