La prohibición de fumar en Nueva York, vigente hasta la fecha sólo en los bares y los restaurantes, será aplicada a partir de ahora también en los parques y las playas de la ciudad, anunció este miércoles su alcalde, Michael Bloomberg.

«La ciencia habla claro sobre este tema: una exposición pasiva prolongada al humo del cigarrillo, tanto sea en el interior como en el exterior, perjudica a la salud. Hoy, actuamos al respecto «, declaró Bloomberg.

La prohibición de fumar debe todavía ser aprobada por el ayuntamiento, un tramite que en teoría es sólo una formalidad.

«Cuando se apruebe esta legislación, todos los habitantes de Nueva York podrán beneficiarse de un paseo en el parque o de un día en la playa sin tener que respirar el humo de otros», subrayó Christine Quinn, un funcionario del ayuntamiento neoyorquino, que remarcó que «esta ley va a salvar vidas y a va a hacer de Nueva York un lugar más sano».

La ciudad de Nueva York engloba 22,5 km de playas y más de 1.700 parques y áreas de juegos, entre los que se incluye el célebre Central Park.

Michael Bloomberg, ex fumador y ahora fiel luchador contra el cigarrillo, se encontró con una fuerte oposición en 2003 cuando prohibió fumar en los bares y los restaurantes de la metrópoli.