La cocaína, consumida junto a otras sustancias como marihuana, hachís y alcohol es la tendencia de consumo en Albacete, según datos ofrecidos por el presidente de la Asociación de Ayuda al Drogodependiente Sagrada Familia (SAFA), Alejandro Márquez.

En rueda de prensa, Márquez señaló que en este año recibieron tratamiento, a través de diversos programas, unas 60 personas en el centro ahora denominado como Betania, y en el centro ambulatorio ubicado en Albacete capital, unas 160. «Actualmente, ha señalado Márquez, hay 70 nuevos expedientes de personas que esperan ser tratadas».

El presidente de la organización Sagrada Familia indicó que la edad media de los enfermos se sitúa entre los 28 y 30 años, y señaló que el número de adeptos menores de 18 está creciendo, con lo que la demanda de servicios que prestan también ha aumentado.

Los mayores consumos se producen en cocaína, marihuana y hachís, y el consumo de alcohol ya es considerado como una adicción tan grave o más que el de las otras sustancias, por lo que la demanda de ayuda para dejar su adición, también ha sido la tendencia en este último año. Según Márquez, el consumo de cocaína en el último año, no se ha estabilizado, si no que ha aumentado, según los datos de que dispone la asociación.

La organización que preside dispone desde hace un año de un edificio de la Diputación Provincial, en la carretera de Barrax, anteriormente dedicado al cuidado de enfermos mentales, y desde la firma de un convenio de cesión, a la ayuda a drogodependientes.

A punto de cumplir el primer año, de un total de cuatro por los que recibieron la cesión del inmueble, han vuelto a suscribir un nuevo convenio, en este caso de ayuda económica, por valor de 150.000 euros para la realización de programas de ayuda al drogodependiente, contribuyendo a incrementar los recursos y servicios que se prestan en el nuevo centro residencial.

Alejandro Márquez señaló que cuando hace un año se trasladaron al edificio de Las Tiesas se marcaron como objetivo la implantación de varios programas novedosos en un plazo de cuatro años. Sin embargo, van a alcanzar sus pretensiones antes de ese periodo, ya que en este primer año se han podido implantar servicios muy específicos que dan respuesta a las demandas que van detectando en el ámbito de la atención a personas drogodependientes.

A modo de ejemplo el presidente de SAFA comentó que de las 22 plazas que tenían en la anterior comunidad terapéutica se ha pasado a una media de 55 a 60 plazas, tanto en el programa libre de drogas como en el de tratamiento con metadona. Asimismo, se ha iniciado un programa específico de cocaína y otro de atención a menores, destacando también Alejandro Márquez los tratamientos ambulatorios dirigidos a personas con un soporte familiar y un entorno social y laboral normalizado.

El presidente de Sagrada Familia añadió, por último, que el edificio cedido por la Diputación, por sus características y situación, les ha permitido cerrar el círculo del abordaje integral de las drogodependencias, «y a partir de este momento podremos ir perfeccionado y adaptando los servicios que damos».