El Colegio Oficial de Médicos de Albacete celebra estos días el curso «Experiencia al abordaje del tabaquismo en Atención Primaria», unas jornadas en las que participan médicos de familia, neumólogos, psicólogos o profesores para tratar el tabaquismo desde diversas perspectivas. Javier Callejas es neumólogo de la Unidad de Tabaco del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete. Él hablará mañana sobre el tratamiento del tabaquismo en esta unidad especializada, de prevención de recaídas y casos clínicos en una ponencia que se celebrará a las 17 horas.

¿Cómo va a enfocar su ponencia?

– En la conferencia abordaré el tema del tabaquismo desde la consulta especializada. Lo nuestro es una unidad de tratamiento contra el tabaquismo y hablaré de la terminología del tabaquismo, del importante consumo que hay ahora mismo, los efectos dañinos que tiene sobre el cuerpo humano, la fisiopatología, de como llegas a tener esa dependencia y el por qué llega a ser tan dependiente el tabaco. Haré un enfoque diagnóstico desde nuestra consulta y explicaré el tratamiento farmacológico que hay. También trataremos casos clínicos y contaremos con algún paciente que haya estado en la consulta.

¿Se ha incrementado el número de pacientes?

– Es cierto que la demanda ha aumentado en relación a la nueva ley. Aunque más que el número de pacientes, aumentó la demanda. Tenemos bastantes consultas y ahora vamos a intentar ampliarla para dar soporte al mayor número de pacientes posible. Precisamente, la semana que viene hay una reunión de todos los especialistas que estamos involucrados en este tema con la gente que también hace tabaco en primaria para poner puntos en común y para ver si podemos desarrollar un plan más específico aún e intentar dar soporte al mayor número de pacientes que podamos.

¿Cree que la crisis también ha influido en el aumento de la demanda?

– Creo que no. La gente consume lo mismo, más o menos. Pero es cierto que ahora empezamos a ver más pacientes que fuman tabaco de liar porque es más económico o marcas que antes eran menos utilizadas porque son más económicas. Creo que la crisis como tal no ha influido. El que es fumador sigue siendo fumador porque el precio no es una cosa que duela tanto como por ejemplo el propio tratamiento farmacológico que utilizamos. Hay personas que comentan que es un tratamiento bastante caro pero a la larga es bastante más barato.

En general, además del tratamiento farmacológico, ¿qué pautas recomienda para dejar de fumar?

– Nosotros insistimos mucho en intentar cambiar hábitos y conductas. El fumador es fumador, también por la adquisición de un hábito que ha ido cogiendo a lo largo de los años. Por eso, insistimos mucho en que se intenten cambiar hábitos. El tratamiento farmacológico es muy efectivo pero necesita de la implicación máxima del paciente, de que esté realmente convencido y de que ayude con cambios de conductas. De hecho, hay muchos estudios que demuestran que un comportamiento conductual asociado a un tratamiento farmacológico es bastante más efectivo que el tratamiento farmacológico solo.

¿Qué tanto por ciento de fumadores consigue dejar el tabaco?

– Ahora mismo no tenemos datos precisos de este año porque siempre hacemos el seguimiento a un año y se considera éxito de tratamiento cuando se lleva seis meses sin fumar y se considera un fumador exfumador cuando se lleva un año sin fumar. Por esto, ahora nos sale un poco de menos éxito. Los que inician tratamiento y tienen un seguimiento continuado en la consulta estarían en torno al treinta por ciento.

¿Hay un perfil mayoritario entre las personas que acuden a pedir ayuda para dejar de fumar?

– La verdad es que no. En nuestra consulta tenemos pacientes de lo más variopinto, de edad y sexo. Aunque últimamente se nota una tendencia y es que la demanda de mujeres es mayor. Siempre ha sido una patología más típica de hombres, como el cáncer de pulmón que se daba sobre todo en hombres pero ahora como hay más mujeres fumadoras se está empezando a ver mucha patología respiratoria en mujeres. En cuanto a edad, la mayoría de pacientes tiene entre 25 y 45 ó 50 años pero también tenemos pacientes de otras edades.