Un centenar de pacientes albaceteños ha probado con éxito durante el último año un nuevo fármaco contra la heroína menos estigmatizante que la metadona, de fácil manejo y bajo riesgo. El paciente no sufre; no tiene que acudir al médico a por su dosis; puede desintoxicarse en dos años y no padece la sensación de sedación que provocan otros fármacos. Al segundo o tercer día el enfermo se encuentra estabilizado y no muestra síntomas del temido síndrome de abstinencia. Este nuevo tratamiento, presente en las farmacias, supone un paso de gigante para los especialistas, porque el consumo de heroína está repuntando. Sin embargo, para entender la importancia de una simple pastilla basta con hacer memoria.

El primer paciente que atendió la Unidad de Conductas Adictivas de Albacete (UCA) era un heroinómano que no tenía ni treinta años. Llegaba un día tras otro demacrado, en los huesos y sin parar de vomitar. Él representaba las consecuencias de los excesos de los años ochenta, una época en la que muchos se quedaron por el camino, víctimas tanto de las sobredosis como de las enfermedades que acompañaron a las jeringuillas compartidas. Aquel joven entró por la puerta de las viejas instalaciones de Miguel López de Legazpi en 1994. Sufrió lo indecible, pero una combinación de profesionalidad, fuerza de voluntad y metadona obraron el milagro. Aquel primer albaceteño salió de las drogas y años más tarde regresaría para que los trabajadores conocieran a su familia. Hoy la UCA pertenece al Sescam, pero entonces era un servicio de Cruz Roja que trabajaba, sobre todo, con heroinómanos.

Desde 1994

La responsable del centro, la médico María Luisa Celorrio, ha visto a lo largo de los años cómo el consumo de heroína caía, se incrementaba el alcohol ligado a los abusos del fin de semana y se disparaba la cocaína, causando estragos en la salud mental de cientos de jóvenes.

Hace tres años que no da crédito al advertir que el consumo de la heroína ha vuelto a repuntar, solo que en esta ocasión fumada. No ha regresado acompañada del estigma de los ochenta, pero sí con la misma fuerza adictiva, ya que quien la prueba la necesita a diario. Para la doctora Celorrio, comprobar que hay un nuevo fármaco que ahorra sufrimiento a sus pacientes, no tiene precio.

En la actualidad, la UCA trata a 200 heroinómanos con metadona y a cerca de un centenar con este nuevo fármaco.