La directora de la Fundación Noray-Proyecto Hombre, Ana Robles, reconoció ayer que son cada vez más jóvenes quienes se acercan a los estupefacientes. «Va bajando la edad de los consumidores», reconocía Robles, que justifica que los adolescentes tomen diferentes sustancias cada vez más habitualmente porque «hay poca percepción del riesgo, ese es uno de los problemas y también un handicap».

La responsable de Proyecto Hombre explica que, en los adolescentes, se une la edad crítica con los incipientes consumos de distintas sustancias. «Lo que empieza como un juego acaba como un calvario», reconoce. La entidad tiene desde hace varios años un programa concreto para adolescentes. Este año, el muchacho más joven que acude a Proyecto Hombre tiene 14 años y son muchos los de 16 que ya han recurrido a la entidad para tratar de salir de su adicción.

Paso importante

Para la directora, es un paso importante a la vez que está satisfecha con el número cada vez más creciente de personas que se anima a desintoxicarse. Aunque es una palabra que no le gusta. «No desintoxicamos, hacemos tratamientos, porque a los tres meses el 90% de nuestros usuarios se ha desintoxicado. El resumen de nuestra labor es que somos una escuela de vida», destaca.

Entre los adolescentes, los consumos más habituales son el alcohol, el cannabis y la cocaína; mientras que en los adultos son la cocaína y el alcohol. Por su parte, la concejal de Juventud, Marta García-Romeu, expone que la bajada de edad en el consumo de drogas no significa que los chavales sean consumidores habituales. «Existe un consumo entre jóvenes de 15 y 16 años y un adicción a partir de los 20 años, donde ya se encuentra el perfil de consumidor habitual».

La edil de Juventud reconoce que es una preocupación «que se considere habitual el consumo de drogas y que no pasa nada». El perfil del joven que consume es el de un chaval que lee poco, sólo lo que le interesa, y por eso las campañas no suelen ser efectivas, según indica la edil. La directora de Proyecto Hombre considera el 2005 ha resultado un año importante, sobre todo porque el 26 de septiembre se puso la primera piedra de la nueva sede, que se construye en Agua Amarga.

Ana Robles asegura que ya está hecha la estructura y que el edificio estará terminado en septiembre del próximo 2006. Siendo optimistas, confía en poder comenzar a trabajar allí en diciembre. Lo importante es que habrá plaza para 30 personas que puedan permanecer en las instalaciones. También considera que es un año importante porque se han dado 39 altas terapéuticas, frente a las 26 del 2004. Las altas se conceden generalmente tras dos años de tratamiento. Cerca de 500 personas han pasado este año por las instalaciones de Proyecto Hombre.