Actualmente el abuso de sustancias constituye uno de los principales problemas de salud publica a los que tenemos que hacer frente en nuestro país, y un problema mundial de considerable magnitud, no sólo sanitario, sino económico y social, según afirmó la profesora Antonia Delgado Rodríguez, del Instituto de Neurociencias y del Departamento de Medicina Legal, Toxicología y Psiquiatría de la Universidad de Granada, durante el curso de Doctorado «Drogodependencias: descripción, patología y terapéutica» impartido en el Colegio Oficial de Médicos de Almería.

Las drogodependencias han aparecido formando parte de los patrones culturales, como un fenómeno de rechazo y contestación al sistema, han sido aprovechadas para aliviar el sufrimiento humano o como conductas de huída y, actualmente están ligadas al ocio. Desde la aparición de la heroína, ligada a la marginalidad, hasta hoy nos encontramos con una normalización del policonsumo de drogas muy en relación con el disfrute del ocio, lo que ha producido una pérdida de sensación de riesgo, que si bien se da con el alcohol, cannabis y cocaína, son las drogas de síntesis su principal representante.

En España está ocurriendo un fenómeno muy preocupante, con relación al resto de Europa: las drogas son extremadamente fáciles de conseguir, muy baratas y es desconcertante su gran tolerancia social, lo que incrementa en los jóvenes, junto al largo “silencia clínico” de éstas la baja percepción de riesgo de nuestros jóvenes.

Las drogodependencias constituyen uno de los trastornos psíquicos en donde más claramente pueden observarse una etiología multifactorial. Hasta la actualidad no se ha podido establecer científicamente un factor determinante, por lo que es necesario desarrollar corrientes integradoras, en un modelo biopsicosocial, en la génesis y, por tanto, en el abordaje terapéutico. Si bien los factores sociales pueden ser muy relevantes en el inicio o, incluso, en el abuso, son los factores biológicos y los psicológicos los que explicarían el mantenimiento en el consumo, su cese o las recaídas.

El fenómeno tan cambiante de las adicciones, junto a su multicausalidad requiere una actualización continua en este campo. Por este motivo, el Curso de Doctorado impartido recientemente por Antonia Delgado en el Colegio Oficial de Médicos de Almería abordó el estudio de las diversas sustancias capaces de crear adicción, sus efectos físicos y psíquicos y la terapéutica derivad de su abuso y dependencia.

La profesora Antonia Delgado se inició en el estudio y tratamiento de las adiciones a finales de los años 80, con la realización de su Tesis Doctoral. Delgado expone que los tratamientos son complejos y largos, pero que el índice de curación puede ser elevado si éstos son los adecuados; si bien es necesario, a veces, utilizar fármacos para tratar psicopatología subyacente o disminuir el «craiving» (ansia para el consumo de la droga), es un correcto trabajo psicoterapéutico lo fundamental en la abstinencia y principalmente en la evitación de recaídas: «quitarse es relativamente fácil, lo difícil es no recaer».

Especial atención dedicó a los siguientes temas: el policonsumo actual, la cocaína: droga en la que hoy podemos considera su abuso casi epidémico, las drogas de síntesis: que pueden llegar a convertirse en el enemigo público número uno en el mundo, superior a la heroína y la cocaína (según el Informe de la Oficina contra la Droga de las Naciones Unidas), y el alcoholismo femenino; tema que expuso como muy desconocido y de gran importancia sanitaria y social.

En las adicciones a diferentes drogas se ha ido produciendo, a lo largo de los años, una similitud entre sexos, tanto en la etiología, forma de consumo, complicaciones derivadas y tratamiento. Sin embargo observamos que el alcoholismo femenino es muy distinto al masculino, a pesar de lo cual son muy pocas las investigaciones que se han realizado sobre las mujeres alcohólicas y todas las que existen se han hecho comparativamente con el hombre. Este hecho llevó a la psiquiatra Antonia Delgado a dirigir una Tesis Doctoral sobre la «Personalidad y comorbilidad psiquiátrica en mujeres dependientes del alcohol», investigando las diferencias con mujeres no alcohólicas.

Según afirma Antonia Delgado a la mujer con problemas de alcoholismo le invade un gran sentimiento de culpa y vergüenza, se ve y es vista socialmente como una “viciosa” y no como una enferma, ocultando su trastorno, entre otras causas, por miedo a perder a la pareja y a los hijos, a lo que se unen las dificultades, por las cargas familiares, para seguir un tratamiento completo. En este sentido se puede hablar de un peor diagnóstico, y por tanto pronóstico, en el alcoholismo femenino, ya que a la mujer por todos estos motivos le es difícil pedir ayuda para su tratamiento, haciéndose un diagnóstico más a la baja y más tardío que en el caso del hombre. En el alcoholismo femenino todos los profesionales sanitarios debemos estar atentos a las quejas subliminales con las que se presentan estos pacientes: insomnio, cambios de humos, ansiedad o depresión.