Son varios los países de Latinoamérica y muchos los lugares en los que se pueden encontrar altas concentraciones de humo. Un nuevo estudio muestra los elevados niveles presentes en restaurantes u hospitales, entre otros, y la ineficacia de muchas zonas para no fumadores.

Los autores de este nuevo trabajo, enmarcado en la iniciativa por una América libre de humo de la Organización Panamericana de la Salud (PAHO), estudiaron la presencia de nicotina en diferentes sitios públicos de las capitales de siete países latinoamericanos: Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Paraguay, Perú y Uruguay.

La mayoría de los lugares analizados mostraron una importante cantidad de nicotina. Uruguay y Argentina fueron los países en los que se detectaron unas cifras medias más elevadas.

«Mientras que las concentraciones no se traducen directamente en riesgo para la salud, el hallazgo de nicotina indica la presencia de una mezcla carcinógena y tóxica», explican los autores del estudio, publicado en «Journal of the American Medical Association» (JAMA).

Los bares y los restaurantes son los que cuentan con mayores concentraciones, aunque también se encontraron niveles de nicotina en hospitales, colegios, edificios estatales o aeropuertos. Según subraya la investigación, muchas de las áreas sin tabaco no fueron efectivas a la hora de prevenir la exposición de los fumadores pasivos al humo.

La mayoría de los centros hospitalarios también presentaron un importante nivel de nicotina, con cifras similares a las españolas y con mayor prevalencia en Argentina, Uruguay, Chile y Costa Rica. En este sentido, los expertos recomiendan que los centros médicos y escolares sean lugares libres de humo «dada la importancia que tienen los profesionales de la salud y la educación como modelos a seguir».

De hecho, los colegios, a pesar de la prohibición de fumar en los centros, también presentaban niveles de nicotina. Por esta razón, los expertos apuntan que «dada la importancia de proteger a los niños de los efectos que tiene fumar de forma pasiva y de prevenir que comiencen a consumir tabaco, debería eliminarse el fumar en los recintos educacionales».

Áreas con malos humos

En cuanto a los restaurantes de Latinoamérica, éstos presentaron concentraciones menores en comparación con las de algunos establecimientos europeos y norteamericanos. Sin embargo, el estudio subraya que muchas áreas para no fumadores poseen altos niveles de nicotina, lo que corrobora la ineficacia de algunas de estas zonas.

Asimismo, el trabajo recalca que «la exposición continuada, en restaurantes y bares, a las concentraciones encontradas […] supone un riesgo para la salud de los trabajadores y refuerza la necesidad de promover iniciativas libres de humo en todos los lugares de trabajo».

Los autores proponen que los edificios estatales sean los primeros en instituir los programas de entornos libres de humo, «para expandir las políticas sin tabaco al resto de los sitios de trabajo».

Una posible limitación de esta investigación, señalan los propios cieníficos, se relaciona con la falta de análisis de las características propias de cada edificio y que podrían propiciar mayores concentraciones de nicotina.

Por lo tanto, el estudio destaca la necesidad de reforzar las medidas que prohíben el consumo de tabaco en lugares públicos (edificios y aeropuertos), ya que el endurecimiento de este tipo de políticas conlleva una disminución de los niveles de agentes tóxicos a los que se expone el fumador pasivo, y aboga por una mayor protección de estas personas.

«Si se quiere completar la protección, el requisito pasa por la prohibición de fumar», concluyen los autores.