Nota: artículo original publicado en www.gtt-vih.org

Un proyecto piloto cuyo objetivo era comprobar la pureza de las drogas en un punto de inyección segura de Insite en Vancouver (Canadá) reveló que aproximadamente el 80% de las muestras analizadas contenían fentanilo. Además, las personas que se enteraron de que la droga que iban a consumir estaba adulterada con esa sustancia fueron más propensas a reducir la dosis y tuvieron menos probabilidades de sufrir una sobredosis, según informó un equipo de investigadores en la conferencia.

Al igual que EE UU, Canadá está experimentando un notable incremento en el número de muertes por sobredosis. Solo en la provincia canadiense de la Columbia Británica, el servicio forense registró 922 muertes por sobredosis en el año 2016. En el 61% de las muertes por sobredosis de la provincia se detectó la presencia de fentanilo, según el servicio forense.

A los usuarios del centro de inyección supervisada se les ofreció la posibilidad de analizar su droga en busca de fentanilo, antes o después de inyectársela.

Entre julio de 2016 y marzo de 2017 se realizó un total de 1.138 análisis de drogas, de los cuales aproximadamente el 40% se produjeron antes del consumo y alrededor del 60%, con posterioridad.

El equipo de investigadores descubrió que, en conjunto, el 79% de todas las muestras de droga contenían fentanilo. La adulteración fue más habitual en las muestras de heroína y cristal metanfetamina (83 y 82%, de forma respectiva). La frecuencia de adulteración fue menor entre las muestras de cocaína (40%) o de otras drogas (48%).

El 13% de las personas cuyas muestras de drogas contenían fentanilo experimentaron una sobredosis, frente a apenas el 2% de las personas cuyas muestras dieron negativo a fentanilo (lo que supone un riesgo más de 6 veces superior). Del mismo modo, el 10% de los usuarios cuyas muestras de drogas contenían fentanilo requirieron el uso de naloxona, frente al 2% de los usuarios cuya droga no contenía fentanilo.