Más de un centenar de profesionales sanitarios del Distrito de Atención Primaria Sierra de Cádiz, en el que se incluye el centro de salud de Arcos de la Frontera, se ha formado durante el primer semestre de este año en intervención básica y avanzada para la deshabituación tabáquica. La actividad ha estado dirigida a todos los profesionales que prestan labor asistencial en las diferentes Unidades de Gestión Clínica y ha ofrecido a éstos información para que sepan identificar a los fumadores y valorarlos clínicamente para, a continuación, establecer un diagnóstico y un pronóstico de su dependencia y poder ajustar el tratamiento.

Todas las unidades de Gestión Clínica del Distrito Sierra de Cádiz han participado entre enero y junio en esta formación, de manera que actualmente cada centro dispone de personal referente perfectamente formado para realizar las intervenciones en tabaquismo que precise la población.

En total, se ha realizado cinco ediciones del taller de intervención básica, que permite ofrecer consejo sanitario para dejar de fumar, y una de taller avanzado individual, que requiere de la realización de un programa personalizado y adaptado a las características del usuario.

La información, una clave

Además, los asistentes han recibido información sobre la prevalencia del tabaquismo en Andalucía, la morbilidad y mortalidad general atribuíble al tabaco, y la eficacia y efectividad de las intervenciones en tabaquismo.

Asimismo, se ha mostrado a los participantes cómo evaluar al fumador (identificación, estadio de cambio, dependencia y motivación para dejar de fumar), y qué tipos de intervenciones realizar según el estadio de cambio. Otros temas tratados han sido la realización de cooximetrías y el protocolo de atención al paciente fumador ingresado.

La formación del personal sanitario del Distrito en este ámbito se enmarca en el Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía (PITA) de la Consejería de Salud de la Junta, que recoge una serie de intervenciones dirigidas a la prevención del consumo, la protección de las personas no fumadoras y la ayuda a las que decidan abandonar el hábito, algo que parece una práctica cada vez más extendida en la sociedad, gracias, precisamente, a la información que reciben tanto los fumadores como los usuarios en general.