La Unión de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente (UNAD) ha reclamado la dignificación de las personas con problemas de drogodependencias, con motivo del Día Mundial contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, que se ha celebrado recientemente bajo el lema «el tratamiento, sí funciona».

La UNAD, que agrupa a cerca de 300 entidades de atención a toxicómanos- considera que «la dignificación de las personas con problemas de drogodependencias debe ser una prioridad de las administraciones y de las sociedades modernas», y reclamó a los gobiernos y a las autoridades un esfuerzo para garantizar la aplicación de los derechos humanos a las personas que consumen sustancias psicoactivas.

«Con frecuencia la dependencia ha ido acompañada de una pérdida constante y permanente de una serie de derechos inherentes a la condición de seres humanos, y corresponde a las administraciones públicas la garantía de resolver esa situación de injusticia», señala la UNAD.

«INVISIBILIZAR» A LOS EXCLUIDOS

Por otra parte, el presidente de la UNAD, Luciano Poyato, criticó la tendencia a «invisibilizar» a los colectivos de personas en situación de exclusión social. «Parece que no queremos ver que la realidad no responde a esa imagen de mundo feliz que nos transmite la publicidad y que preferimos ignorar que este modelo socioeconómico en que vivimos produce, además de bienestar y progreso, marginación, injusticia, y exclusión social», dijo.

UNAD recuerda que los drogodependientes siguen existiendo y subraya que miles de ellos no están siendo atendidos adecuadamente, unos por estar encarcelados y otros por no haber encontrado el recurso asistencial adecuado, «y es obligación del Estado, y de la sociedad, subsanar esa situación de mal funcionamiento de la gestión adecuada de los recursos».

«El Estado español ha sido uno de los que menos esfuerzo económico ha realizado para consolidar y extender el llamado Estado del Bienestar, lo que ha implicado que los colectivos de excluidos sociales lejos de ir disminuyendo se han mantenido, cuando no han aumentado. España ocupa hoy el penúltimo lugar en inversión social de Europa. Además, es detectable un esfuerzo por ocultar o invisibilizar esta realidad, pero no por ello desaparece», concluye.