Cambiar el palo por la zanahoria. Así ha decidido actuar el Principado de Asturias con los fumadores, especie en peligro de extinción, fomentando programas educativos antes de cebarse en la legislación antitabaco. El programa centros con aire fresco es la mejor demostración de esa forma de actuar que, hasta la fecha, se limita a los centros sanitarios y educativos, dos espacios donde, a pesar de las medidas legislativas, se tolera el consumo del tabaco. Las actuaciones en los institutos llevan el nombre de «aire fresco». En los hospitales se la nomina «aire limpio» o «sin humo».

El programa «aire fresco» fue creado por las consejerías de Sanidad y Educación para impulsar programas antitabaco en los centros escolares y, a pesar de su corta existencia (sólo dos años) ya ha logrado el reconocimiento del último Congreso Nacional de Tabaquismo. Además de técnicos del Principado, en el programa colaboran la Asociación Española de Lucha contra el Cáncer y el Consejo de Juventud.

Aunque no se recoge en la documentación existente, el programa nace de la comprobación de un fracaso real en el sistema. En todos los centros escolares está prohibido fumar, pero, de hecho, se sigue fumando. La solución no se busca en nuevas prohibiciones, sino en una educación, en fomentar en todos los niveles la necesidad de abandonar el tabaco por sus consecuencias nocivas para la salud. Además, a la hora de abordar el problema la comunidad escolar (alumnos, padres y profesores) abordan todos los aspectos en condición de igualdad.

No se puede decir que tenga mucho éxito en Avilés, pues de los veinte institutos que participan en él sólo dos se encuentran en la comarca: Isla de Deva (Piedras Blancas) y Los Campos, en Corvera. El programa está vigente desde el curso 2000/01 y los dos centros comarcales se adhirieron al inicio de este año escolar.

Institutos satisfechos

Los dos centros educativos se muestran satisfechos con el resultado de la experiencia que han venido desarrollando desde el pasado mes de septiembre, contando incluso con el apoyo de los fumadores de los institutos. Es el caso de Juan José Sánchez, director del Instituto de Enseñanza Secundaria Isla de La Deva, en Piedras Blancas. «Impartimos muchos ciclos formativos relacionados con la rama sanitaria y era, poco menos, obligado que intentásemos ser un centro sin tabaco», explica el director.

Juan José Sánchez explica que la minoría de fumadores que aún se mantiene en el claustro aún tienen zonas autorizadas: los espacios exteriores del instituto y la cafetería cuando no hay escolares. El objetivo es llegar a un centro libre de humo. Y por convicción más que por imposición. De momento, y dentro de las actividades organizadas en esta campaña, se organizó un taller para dejar de fumar. Se apuntaron veinte personas, entre profesores y padres. «El resultado fue satisfactorio», asegura el director del Instituto.

Martín Escandón es el psicólogo de la Asociación Española de Lucha contra el Cáncer que se encarga de impartir estos talleres por toda la región. «Son cinco sesiones de una hora de duración que se imparten durante cinco semanas consecutivas», explica, «se trabaja con grupos pequeños, para que todo el mundo pueda participar». Escandón apunta que, a partir de la tercera semana, se produce una reducción en el consumo de tabaco. Un 30% de las personas que concluyen las cinco sesiones consiguen abandonar el tabaco y la práctica totalidad consigue reducir su consumo. «Es un porcentaje similar a otros métodos para dejar de fumar», explica. Escandón también se ha encargado de los talleres organizados en el Área Sanitaria III para el personal sanitario.

El Instituto de Corvera trabaja desde el pasado mes de septiembre para ser considerado un espacio con «aire fresco». «Surge de una inquietud en el centro de buscar una solución digna para los fumadores», explica Alberto Lorenzo, jefe de estudios del centro. Se trabajó para buscar una solución consensuada, sin imponer nada. Después de varios meses, el pasado diciembre el claustro aprobaba iniciar el proyecto. De momento, el espacio para fumadores se reduce a la cafetería, siempre que no haya alumnos, y el exterior. También se prepara un taller para dejar de fumar ya con ocho inscritos. «Los fumadores están siendo muy respetuosos. De momento, no hay problemas», asegura.