El director del Instituto sobre Drogas y Conductas Adictivas de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia, Francisco Javier Romero, alertó del alarmante incremento de episodios de psicosis entre personas consumidoras de cannabis y, como consecuencia, declaró que hay más demanda de ayuda en las Unidades de Conductas Adictivas (UCA).

Romero realizó estas declaraciones a los medios de comunicación tras pronunciar su ponencia «Mecanismos fisiopatológicos de la adicción» en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), donde hasta el viernes tiene lugar el seminario «La adicción, una enfermedad».

Tras su intervención, Romero explicó que en la actualidad existe un problema «enorme» en cuanto al consumo de cannabis en España, ya que ha aumentado y, de forma pareja, se están detectando más problemas de salud.

Como consecuencia, este experto señaló que, junto a varios problemas detectados en la actividad motora, la memoria o el aprendizaje, se está detectando un incremento «alarmante» de episodios de psicosis cannábicas. Así, la cantidad de personas que acuden por primera vez a la UCA por este problema se ha triplicado o cuadruplicado en los últimos años.

Además del aumento del consumo, Romero hizo referencia a que la concentración de cannabinoides es «mucho mayor» que en la droga que se consumía hace años. «Han aumentado estos componentes, lo que genera un problema adicional», dijo.

Con esta opinión coincidió la responsable del Área Bases Biosociales de la Violencia del Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia, Esmeralda Cava, quien corroboró que la aparición de psicosis en consumidores de cannabis tiene una incidencia cada vez mayor.

Cava, que ofreció la charla «Alcohol y violencia: bases biológicas», expuso que el consumo de cannabis es un factor más de riesgo -junto con el alcohol, la cocaína o el éxtasis- que favorece la aparición de enfermedades y de conductas violentas. Advirtió, en este sentido, de que todos los efectos de las drogas en adolescentes son mayores que en los adultos.

Sobre este asunto, el consejero de Sanidad de la Generalitat Valenciana, Rafael Cervera, que inauguró el Seminario, resaltó que «la adicción es una enfermedad» y que produce alteraciones en el organismo y secuelas «no sólo psicológicas y neuronales, sino alteraciones orgánicas en el riñón o en el cerebro».

Subrayó que las drogodependencias y otros trastornos adictivos son enfermedades comunes con repercusiones en las esferas biológica, psicológica y social de la persona, por lo que consideró necesario aplicar una política integral dirigida a la educación para la salud y el bienestar. Manifestó que la prevención, asistencia e integración de los drogodependientes «debe considerarse como un proceso unitario y continuado».

El consejero hizo hincapié en que uno de los retos de su departamento estriba en la disminución de la vulnerabilidad de la sociedad valenciana frente a los trastornos adictivos, y añadió que, para ello, cuenta con la realización de programas cuyo objeto es acentuar la percepción de riesgo, sobre todo, en los jóvenes, al ser éstos el sector de la población más susceptible de caer en la droga.