Hace algunos días la senadora boliviana Silvia Salame solicitó en la Cámara de Senadores la consideración del “Proyecto de Ley N° 010/2024-2025 C.S., que declara patrimonio cultural material, inmaterial del Estado Plurinacional de Bolivia, a la Wachuma, Ayahuasca, así como sus usos y conocimientos asociados, y protección y conservación de las plantas medicinales”. Muchas de las reacciones que se generaron en diferentes actores han reflejado desconocimiento del tema, de su importancia y los potenciales que guardan para la salud.

El encuentro entre saberes ancestrales y la investigación moderna abre horizontes para la salud mental.

Hace aproximadamente 30 años se ha desatado un interés creciente en los principales centros de investigación y universidades del norte global sobre el uso terapéutico de la ayahuaska y otras plantas enteógenas reconocidas por la etnofarmacología andina y amazónica. Universidades y centros de investigación de renombre, desde el Imperial College de Londres hasta la Universidad de São Paulo, realizan estudios que exploran la capacidad de estos compuestos para reconfigurar circuitos cerebrales y aliviar el sufrimiento psíquico. (Dos Santos et al, 2016)

Leer el artículo completo en urgente.bo