El Ayuntamiento de Barcelona quiere reducir la publicidad de alcohol en los espacios públicos de la ciudad y en la red de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) para “desnormalizar” el consumo. Es una de las propuestas que figuran en el nuevo Plan de Drogas y Adicciones 2025-2028 que ha elaborado con una idea clara: cambiar la relación que la capital catalana tiene con el alcohol, trabajándolo desde diferentes perspectivas. Así, la nueva estrategia combina prevención, menos acceso y visibilidad -controlando la venta y la promoción- y más alternativas de ocio saludable.

“Es un plan de consenso”, ha afirmado la concejal de Salud, Marta Villanueva, que defiende que tiene en cuenta los cambios sociales y “se adapta a los patrones de consumo y fenómenos emergentes de una realidad cada vez más compleja”, como por ejemplo la persistencia del consumo de alcohol, de cannabis o el Chemsex. Es por eso que entre los objetivos del plan –el undécimo que impulsa el consistorio desde 1987– está el trabajar para reducir la publicidad, regular la indirecta y el patrocinio de actividades municipales, y limitar la promoción en eventos con implicación del ayuntamiento.

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