La delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya, lamentó hoy lo sucedido el pasado fin de semana en Ibiza, donde falleció un joven tras consumir, presumiblemente, éxtasis líquido en una discoteca, y destacó que cada año fallecen en España unas 500 personas «como consecuencia de la reacción aguda al consumo de cualquier sustancia psicoactiva».
Asimismo, señaló a Europa Press que noticias como la del citado fallecimiento «recuerdan que las consecuencias del consumo de sustancias estupefacientes pueden ser letales a corto plazo, aunque los efectos a medio y largo plazo también hay que tenerlos en cuenta».
Además, Moya insistió en que los hechos como los acaecidos en la discoteca de Ibiza, en la que al parecer un grupo de jóvenes puede estar intoxicado, presuntamente, por una partida de éxtasis líquido adulterado o en muy mal estado, no deben volver a ocurrir.
Asimismo, añadió que nunca hay que bajar la guardia en este tema y aunque estamos en periodo vacacional «hay que reiterar que ninguna droga es inocua y todas son perjudiciales para la salud, tanto a corto como a largo plazo e incluso pueden ser letales como lo sucedido en Ibiza».
Insistió en que se está colaborando «estrechamente» con las Fuerzas y Seguridad del Estado para minimizar los daños que están produciendo este tipo de sustancias en esa zona, en un periodo vacacional en el que se incrementa la población en esta isla y los locales de ocio se incrementan, y, probablemente el consumo de sustancias psicoactivas.
Por último, hizo hincapié en la iniciativa puesta en marcha por el Plan Nacional sobre las Drogas para estrechar la colaboración entre los empresarios de ocio y las Fuerzas de Seguridad del Estado «en aras de disminuir la oferta como sea de venta de drogas en los alrededores de los establecimientos de ocio nocturno».