La ingesta de tranquilizantes y somníferos sin receta médica ha aumentado entre la población en los últimos cinco años, según se desprende de la Encuesta Domiciliaria sobre Consumo de Drogas en España, cuyo apéndice dedicado a Canarias arroja que el 4,7 por ciento de los encuestados toma tranquilizantes por cuenta propia, un 2,2 por ciento más que el promedio nacional.

Del estudio, elaborado a instancias de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (PNSD), se desprende que la ingesta de tranquilizantes sin receta en España alcanzó el 2,5 por ciento de la población con edades comprendidas entre los 15 y 64 años durante 2001, lo que supone cinco décimas más respecto a los resultados de los sondeos de 1997 y 1999.

Por lo que respecta al consumo de somníferos por cuenta propia en el último año, alcanzó al 1,6 por ciento de la población, cuatro décimas más que en 1997. Sin embargo, en Canarias sólo el 1,2 por ciento de los encuestados dijo recurrir a esta sustancia.

En la encuesta queda de manifiesto «una ligera tendencia al incremento en el consumo de estas sustancias», sin que se aprecien diferencias significativas entre hombres y mujeres.

En cuanto a la edad de inicio, se mantiene estable en torno a los 28 años, en el caso de los tranquilizantes sin receta médica, y en los 29 años, si se trata de hipnóticos. Sin embargo, existen diferencias en la edad de inicio entre los sexos. Así, mientras los hombres prueban por primera vez los tranquilizantes a los 24,5 años, las mujeres lo hacen pasados los 31. Del mismo modo, la ingesta de somníferos en los hombres empieza a los 26,4 años y en las mujeres, en torno a los 32.

La encuesta, que ofrece datos sobre consumo de las drogas legales e ilegales en España, dedica un apartado al de anfetaminas, en el que se ha apreciado un aumento respecto a años anteriores, aunque se mantiene en niveles inferiores al éxtasis. El segmento de mayor consumo está integrado por los jóvenes de entre 15 y 29 años.