No fumadores /Afectados por el tabaco

AFECTA

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Ministerio de Sanidad y Consumo
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Madrid, 28 de abril de 2004

Dña. Elena Salgado
Ministra de Sanidad y Consumo

En primer lugar queremos darle la bienvenida y desearle muchos logros en esta legislatura que acaba de empezar.
Desde 1988, año de la entrada en vigor del Real Decreto 192/88, se ha avanzado muy poco en el control de la epidemia del tabaquismo y sólo a instancias externas, aparte de que la citada legislación apenas se conoce y se incumple en gran medida, incluso en el sector público. No ha habido ninguna iniciativa propia, a diferencia de otros países europeos en los que se han establecido legislaciones para reducir el consumo y proteger a la población en general del humo de tabaco ambiental, y se demora la aplicación de las medidas europeas que son vinculantes para todos los Estados miembros.
Entretanto, ha salido a la luz el Convenio Marco contra el tabaco, auspiciado por la Organización Mundial de la Salud y ratificado por la Unión Europea, cuyo objetivo es “proteger a las generaciones presentes y futuras contra las devastadoras consecuencias sanitarias, sociales, ambientales y económicas del consumo de tabaco y de la exposición al humo de tabaco”. Para ello, “se deben adoptar a nivel nacional, regional e internacional medidas y respuestas multisectoriales integrales para reducir el consumo de tabaco a fin de prevenir, de conformidad con los principios de salud pública, la incidencia de las enfermedades, la discapacidad prematura y la mortalidad debidas al consumo de tabaco y a la exposición al humo de tabaco”, incluyendo entre dichas medidas “la protección a la población contra la exposición al humo de tabaco en lugares de trabajo, medios de transporte y espacios públicos en general”.
En España, el trabajo conjunto de Sociedades médicas y especialistas dio lugar al Plan Nacional para la Prevención y el Control del Tabaquismo, que fue aprobado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud el año pasado. El Plan pone en evidencia que el consumo de tabaco se relaciona con más de 25 enfermedades; que la exposición involuntaria al humo de tabaco está provocando un serio problema de salud pública y que esta exposición supone un riesgo considerable para la población no fumadora, aumentando el riesgo de padecer cáncer de pulmón, enfermedades respiratorias y trastornos
cardiovasculares; así como que la población infantil que está sometida al aire contaminado por humo de tabaco presenta una mayor incidencia de infecciones de las vías respiratorias altas, otitis media, sinusitis, bronquitis, neumonías, asma y muerte súbita del lactante. Para hacer frente a los efectos de la epidemia en España, propone acciones educativas, legislativas y asistenciales, en consonancia con el Convenio Marco para el Control del tabaco (2003) de la Organización Mundial de la Salud, y conforme al Primer Congreso Europeo sobre Tabaquismo (celebrado en Madrid en 1988), el Segundo Congreso Europeo celebrado también en España (1999), y el I Congreso Nacional sobre Prevención y Tratamiento del Tabaquismo (2001).

AFECTA, consciente de la necesidad de establecer sinergias para hacer frente a la pandemia, lleva solicitando a los sucesivos Gobiernos desde 1996 la siguiente lista integrada por diez puntos:

1. Supresión de la publicidad directa o indirecta.
2. Lugares de trabajo libres de humo de tabaco, incluyendo establecimientos de restauración y de ocio.
3. Subida del precio del tabaco.
4. Excluir el tabaco del Índice de Precios al Consumo (IPC).
5. Desvinculación total del Estado de la industria tabaquera.
6. Cese de las ayudas y subvenciones al cultivo y reconversión del mismo.
7. Retirada de las máquinas expendedoras de tabaco.
8. Regulación de la venta sólo en estancos.
9. Seguimiento de la legislación para favorecer el cumplimiento de la normativa.
10. Campañas institucionales.

Aunque la población española es favorable a estas medidas y su implantación nos acercaría más al resto de los países de la Unión Europea, ninguno de los últimos gobiernos ha escuchado esta demanda social, y aunque las dos ministras anteriores de Sanidad y Consumo han anunciado una ley para que los lugares de trabajo estén libres de humo (lo que ha sido muy bien recibido por la mayoría de la población) no se ha llegado a aplicar, al igual que la declaración relativa a que para el año 2003 al menos el 95% de los centros sanitarios, docentes y de la Administración Pública serían espacios sin humo.
Contemplamos con preocupación y alarma cómo mientras en el resto de la Unión Europea desciende el consumo de tabaco y se deja de fumar en espacios públicos, en España se mantiene estable el número de fumadores y aumenta el descontento de los no fumadores que se ven expuestos involuntariamente al humo de tabaco en diversos ámbitos.
Esperamos que el nuevo Gobierno tome conciencia de la gravedad del problema y no ceda a las presiones de intereses económicos sectoriales, sino que haga prevalecer el derecho a la salud de toda la población.
Quedamos a su disposición para intercambiar impresiones y reforzar la colaboración entre el Ministerio y nuestra Organización.

Atentamente,

Santiago Morante

Presidente de AFECTA