Un total de 18.411 adolescentes de Castilla y León participaron en el último año en diversos programas y actividades formativas para evitar el consumo de drogas, lo que supuso un incremento del 15% con respecto al año anterior, cuando fueron 15.622.

Para ello se crearon 836 unidades formativas (100 más que en 2002) y los conocimientos se impartieron en 153 colegios –33 más- de todas las provincias de la región, según datos de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades.

Los esfuerzos se centraron, principalmente, en adolescentes de entre 10 y 16 años y versaron sobre el consumo de alcohol durante los fines de semana, tabaco, cannabis y consumo de drogas de diseño como éxtasis, entre otros aspectos.

Para ello se desarrollaron dos programas –el Discover y Construyendo Salud- que partieron de la hipótesis de que la influencia y la presión de los compañeros son las principales razones más importantes para explicar el consumo de drogas en adolescentes.

Para impartir y desarrollar los programas, 536 profesores recibieron formación acreditativa, por medio de 26 cursos.

En este aspecto, los datos volvieron a incrementarse si se comparan con el ejercicio anterior cuando hubo 17 cursos y 329 profesores.

Si se analizan los datos por provincias, se observa que en la provincia de Zamora fue donde mayor número de adolescentes participó, 3.379 distribuidos en 26 centros.

El segundo lugar lo ocupó la provincia de Valladolid, con 2.942 alumnos repartidos en 17 centros, a quien siguió la de León. Aquí fueron 2.915 adolescentes de 23 colegios los que se beneficiaron de los dos programas.

El número de participantes de Palencia, Salamanca y Ávila fue similar en las tres provincias, con 2.563,2.525 y 2.468 alumnos en cada caso. Las provincias con menor grado de representación fueron las de Segovia (287), Burgos (462) y Soria (870).

Prevención familiar

En cuanto a la prevención familiar, los esfuerzos se centraron en tres campos. En primer lugar, se trabajó en prevención familiar con padres con hijos adolescentes y preadolescentes.

Para ello, se puso en marcha unu proceso de intervención en las escuelas de padres y madres y en las de familias, por medio de charlas y seminarios, así como a través de la edición y distribución de diversos materiales impresos, especialmente dirigidos a este colectivo.

En segundo lugar, se desarrollaron mediadas con familias con un nivel de riesgo mayor, en las que participaron un total de 85 adolescentes y 98 padres a través de los llamados programas Alfil y Dédalo.

El primero se dirigió a aquellas familias donde algunos de los progenitores padecía dependencia al alcohol –uno de los mayores riegos que incide en el abuso de bebidas alcohólicas en los hijos según las últimas investigaciones-.

Además, se creó en Burgos un centro regional para prevenir estas situaciones, gestionado por la Fundación Candela-Proyecto Hombre.

Planes locales

Por lo que respecta a la prevención comunitaria, la tercera línea de prevención familiar, en la actualidad se desarrollan 18 planes locales sobre drogas, en los que colaboran diversas administraciones como los ayuntamientos y las diputaciones.

En concreto consisten en la elaboración de campañas informativas y de sensibilización, así como programas de ocio alternativo, parte de los cuales se ofertan durante las noches de los fines de semana.

Para impulsar el desarrollo de estas actividades se creó la semana pasada la Red de Planes sobre Drogas de Castilla y León, con la que desde el Comisionado Regional para la Droga se quiere potenciar la colaboración y coordinación entre las diversas administraciones en materia de drogodependencias.

Para 2004 el Comisionado, dependiente de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, contará con un presupuesto de 7 millones de euros, un 14% más que en el ejercicio anterior. De ellos, 650.000 se destinarán a financiar los planes de drogas de las corporaciones locales.