Los alcohólicos rehabilitados de la región reclaman médicos especializados en el tratamiento de su enfermedad. Esta fue una de las conclusiones de la reunión interprovincial que la Federación de Alcohólicos Rehabilitados de Castilla y León (Farcal) celebró en el hotel Puerta de Segovia de La Lastrilla y en la que se dieron 760 personas entre enfermos y familiares.

El encuentro, uno de los que trimestralmente se celebran por rotación en las nueve provincias de la región, se llevó a cabo bajo el lema «Alcohol y autoestima» y en su transcurso se presentaron cinco ponencias sobre esta cuestión basadas fundamentalmente en testimonios reales de alcohólicos.

El presidente de la Alcohólicos Rehabilitados de Segovia, Francisco Navarro, señaló la autoestima de quienes padecen esta enfermedad queda siempre bajo mínimos hasta que no se adquiere conciencia de que es necesario buscar ayuda para poner fin a esta adicción. «Ninguno llegamos a la asociación por propia voluntad sino arrastrados por los problemas familiares o profesionales que nos acarrea el alcoholismo. Mientras tanto tratamos de justificarnos y de quitar importancia al consumo que realizamos. En mi caso no di el paso hasta que me vi solo, tal y como mi familia me venía advirtiendo», explicó.

Cada encuentro es aprovechado para celebrar una reunión entre los presidentes de las distintas asociaciones de Castilla y León. En ellas se extraen conclusiones y se elevan peticiones a las administraciones públicas, generalmente económicas, para el sostenimiento de sus actividades.

En la de ayer, además, se reiteró la petición a la Consejería de Sanidad de que el sistema de salud cuente con médicos especializados en el tratamiento de su enfermedad y de que, en general, los facultativos reciban algún tipo de formación específica. «Algunos no tienen siquiera un poco de sensibilidad. Se han dado casos en los que el médico ha comentado al alcohólico que un vaso de vino en las comidas no viene mal», afirma.

A la reunión de ayer asistieron socios de las dieciséis asociaciones pertenecientes a Farcal que están presentes en Ávila, Cebreros, Miranda de Ebro, León, Alto Bierzo, Ponferrada, Palencia, Guardo, Salamanca Béjar, Ciudad Rodrigo, Soria, Zamora, Valladolid (dos) y Segovia.

El papel de los familiares

La asociación segoviana cuenta con 650 socios, aunque según explicó su presidente es frecuente que los que recaen en la bebida dejen de acudir a ella por un sentimiento de vergüenza. «Pero eso es un error, es justo cuando es más necesario no sentirse solo», afirma.

Cuenta con tres psicólogos que atienden las terapias individuales y de grupo, siendo dos las reuniones que se celebran a la semana, los lunes con los enfermos y los miércoles bien entre enfermos y familiares o sólo con familiares, «porque es muy importante su ayuda y es necesario que sepan y se den apoyo a la hora de tratar al alcohólico que tienen en casa», explica Navarro.

La sede está en el bajo izquierda del número 2 de la calle Jardín Botánico. Además de despachos, dispone de un amplio salón capaz para albergar reuniones de hasta 40 personas.