Un tercio de los menores detenidos en Cataluña durante 2001 eran consumidores de algún tipo de droga. Son cifras recabadas por la Policía y la Guardia Civil que detuvieron el pasado año en Cataluña a 4.301 menores, 683 menos que los 4.984 del año 2000.

Y del total, el 30 por ciento son consumidores de algún tipo de droga, el 63 por ciento bebe alcohol y el 24 por ciento carece de domicilio fijo, según datos facilitados por el Ministerio del Interior. Según un muestreo llevado a cabo por la Policía y la Guardia Civil entre los menores detenidos durante los años 2000 y 2001 en Cataluña, treinta de cada cien han consumido algún tipo de droga, sobre todo hachís, cocaína y psicotrópicos.

«A salto de mata»

El 63 por ciento de los arrestados confesó que era consumidor esporádico de alcohol y el 13 por ciento lo era de forma habitual, mientras que el 20 por ciento tenía antecedentes policiales. Del 24 por ciento que carece de domicilio fijo, viven en casas de familiares, amigos o «a salto de mata» y un 76 por ciento vive en el domicilio familiar.

El descenso de 683 menores detenidos de un año a otro se explica por la caída de delitos habituales como los robos con fuerza, en pisos y locales, los robos con violencia, las sustracciones de vehículos, los hurtos y el tráfico de drogas. Por contra aumentaron de forma significativa los robos en el interior de vehículos.

El pasado año fueron arrestados en Cataluña 1.592 adolescentes de 13 a 15 años, frente a los 1.739 del año anterior, y 2.709 de 16 y 17 años, por 3.245 del año 2000. De los 4.301 menores detenidos durante 2001, 1.170 eran extranjeros, en su gran mayoría magrebíes, mientras que el año anterior esta cifra alcanzó de 1.545. Estos datos reflejan que uno de cada cuatro detenidos menores de 17 años en Cataluña eran extranjeros, porcentaje que en Barcelona es de dos de cada cuatro debido a la mayor concentración de población inmigrante en zonas como el distrito de Ciutat Vella.

Las mismas fuentes indicaron que el porcentaje de menores extranjeros detenidos, entre los que hay niños de la calle, inmigrantes indocumentados que vagan por las calles de Barcelona y sus alrededores, es «preocupante», porque son pocos los menores que hay entre el 5 por ciento de población extranjera afincada en Cataluña. Los jóvenes detenidos fueron puestos a disposición de la fiscalía de menores y los que cometieron pequeños delitos y faltas pasaron a la tutela de la Generalitat.