Están todos los que son y ni uno más. El Govern aprobará hoy, en su reunión semanal, la limitación del número de salones de juego, aquellos que explotan máquinas recreativas con premio, a 125. El límite coincide con el número de locales que hoy día existen en Catalunya dedicados a estos menesteres.

La decisión no coge por sorpresa al sector. En el 2005, la Generalitat decretó una moratoria de tres años en los que no se ha podido abrir ningún salón de estas características. La medida tenía como finalidad verificar la incidencia social y la repercusión de las máquinas especiales de tipo B –las de premio programado– en el propio sector. Vencido el plazo de la moratoria, y después del análisis hecho por la Direcció General del Joc i dEspectacles –que depende de la Conselleria dInterior–, el Govern eleva a definitivo el número actual de espacios.

INTERCONEXIÓN DE MÁQUINAS

En el mismo paquete de decretos del 2005 en que se incluyó la moratoria, el Govern también aprobó la creación de un nuevo tipo de tragaperras con premio –la B especial– que admite la realización de hasta cinco partidas simultáneas y la interconexión entre distintas máquinas para incrementar el premio hasta, entonces, los 1.800 euros. Estas tragaperras solo pueden instalarse en salones de juego, bingos y casinos.

Las de tipo B tradicional, que admiten un máximo de tres partidas simultáneas, también se pueden interconectar con otras instaladas en el mismo local, y en ese caso el premio máximo es de 400 euros. Asimismo, cabe la posibilidad de colocarlas en los bares, pero en este caso sin interconexión.

El nuevo reglamento autoriza también a que esas máquinas usen el soporte de vídeo, en lugar del tradicional rodillo, con lo que la oferta de juego es gráficamente mucho más atractiva. La limitación del número de salones de juego en Catalunya forma parte del programa Joc responsable de Interior, que trata de impulsar medidas de prevención, atención y sensibilización ante la ludopatía, no solo en la Administración, sino también entre las empresas del sector.

En esta línea, previamente, ya se han limitado a cuatro el número de casinos que puede haber en Catalunya, y el de bingos, a 75. En cuanto a los salones, el decreto que hoy aprobará el Govern señala que si uno de los establecimientos autorizados cierra las puertas, se permitirá la apertura de otro nuevo. Aunque, eso sí, para ello deberá cumplir los exigentes requisitos.

CENTRALIZACIÓN METROPOLITANA

De los 125 salones recreativos que hay en la actualidad, más de la mitad se encuentran en el continuo urbano de Barcelona (municipio central y su primera corona) y hasta 100 si se añade también la segunda corona, es decir, en los límites de la región metropolitana. Según fuentes de la conselleria consultadas por este diario, el desequilibrio territorial actual –y que ahora adquiere rango de casi perenne– es el que ha fijado el mercado y, no siendo una materia de primera necesidad, el Govern no piensa en hacer llegar estos salones a las zonas que, hasta ahora, no disponen de uno en sus calles.