En vez de estar estereotipados como degenerados, los drogadictos ahora son pacientes con la necesidad de cuidados y de cariño en el centro de rehabilitación en Dalian, ciudad portuaria en la provincia noreste de Liaoning.

Todo el personal, desde administradores hasta psicólogos y doctores, subordinados al departamento de policía de la ciudad, deben tratar a sus pacientes sin discriminación, declaró el director del centro, Sun Baolin.

«Debemos darnos cuenta de que los drogadictos también son gente miserable, y lo que debemos hacer es establecer una relación de confianza mutua con ellos y ayudarles a liberarse del demonio de la droga que los persigue», dijo Sun.

«No es fácil para todos nosotros cambiar la idea estereotipada, pero todos aquí estamos haciendo esfuerzos», declaró el director.

El doctor Liu Jun indicó que las buenas relaciones entre los médicos y sus pacientes es crucial para la rehabilitación de los drogadictos, y la hostilidad, prejuicios, y discriminación entre las dos partes sólo traerá efectos negativos a la terapia.

«Creemos que un trato más humano les puede ayudar a escapar de la trampa de las drogas y esperamos que cada vez más drogadictos ingresen en los centros de recuperación de forma voluntaria para recibir tratamiento», aclaró Liu.

Una paciente de 31 años del centro de rehabilitación, de apellido Li, dijo que cree que la terapia psicológica del centro es de gran ayuda para ella.

«Ahora me encuentro bien y creo que no volveré a recaer tras dejar el centro», señaló la mujer.

El centro de rehabilitación abre sus puertas a las familias y amigos de los pacientes cada miércoles, y el director Sun aseguró que ese día mucha gente viene a ver a sus parientes.

Una visitante dijo que se sentía aliviada al ver que un pariente suyo se recuperaba física y espiritualmente. Además del tratamiento médico y de las consultas psicológicas, los pacientes también pueden disfrutar de la práctica de deportes si su condición física se lo permite.

Dalian, la ciudad más desarrollada del noreste del país, se enfrenta al severo desafío del creciente número de drogadictos.

El centro de rehabilitación para drogadictos que puede acomodar a unos 200 pacientes se construyó hace dos años con una inversión de unos 20 millones de yuanes (unos 2,4 millones de dólares) del gobierno local.

Unos 40 pacientes reciben tratamiento en el centro; la mayoría son mujeres de entre 20 y 30 años, que pueden abandonar el centro tras uno a seis meses de tratamiento.