Los hijos de mujeres que consumen alcohol durante el embarazo pueden presentar deficiencias en el crecimiento hasta 14 años después de haber nacido. Incluso un solo trago al día, que a veces se ha dicho que no representaba riesgos, podría repercutir posteriormente en la adolescencia del niño y también en su edad adulta. Así lo ha dado a conocer un equipo de la Universidad de Pittsburgh, que ha publicado los resultados de su estudio en este sentido en «Alcoholism: Clinical and Experimental Research».

«Los niños de madres que tomaron al menos un trago diario durante el primer trimestre del embarazo pesaron una media de hasta siete kilos menos que los niños no expuestos al alcohol», ha explicado la profesora Nancy Day, epidemióloga que ha dirigido el estudio. La investigación se hizo sobre 565 mujeres embarazadas que asistían a una clínica prenatal en Pittsburgh. Se realizó un seguimiento a partir del cuarto mes de gestación y de los hijos, hasta los 14 años.

El equipo investigador manifestó que las cifras de los resultados correspondían a un promedio y que no todos los niños experimentaron una deficiencia en el crecimiento. Los hallazgos sólo incluyeron datos sobre los estudios físicos de los niños, pero los investigadores indicaron que estaban preparando datos sobre las deficiencias en el aprendizaje, el coeficiente de inteligencia, el rendimiento académico y la conducta.

Este es el primer estudio, con una muestra numerosa, que demuestra que el daño causado por el alcohol (incluso con consumos moderados) durante el embarazo repercute en la adolescencia.

Alcoholism: Clinical and Experimental Research 2002; 26:1584-1591