ONUSIDA elabora un documento para poder transferir los aprendizajes del abordaje del VIH a la respuesta a la pandemia del Coronavirus desde una perspectiva comunitaria.
A medida que el mundo escala las respuestas de salud pública a la pandemia de COVID-19, se insta a los países a tomar medidas decisivas para controlar la epidemia y ofrecer servicios y diagnósticos necesarios a las personas que los necesitan.Se solicita a los países que adopten un enfoque integral adaptado a sus circunstancias, con la contención como el pilar central. Sin embargo, como en todos los momentos críticos de las epidemias, especialmente donde ocurre la transmisión casual de persona a persona, hay unaNecesidad de garantizar que la respuesta se base firmemente en los derechos humanos.
ONUSIDA ha consultado con el Grupo de referencia sobre VIH y derechos humanos, expertos de la sociedad civil, la academia y la salud pública y otros organismos de las Naciones Unidas para identificar los aprendizajes clave de la respuesta al VIH que son críticos para asegurar un respuesta efectiva y basada en evidencia a una epidemia. Los principios y consideraciones que contienen el documento son necesarios para un abordaje de la epidemia de COVID-19 basado en los derechos y centrado en la comunidad.
La organización hace las siguientes recomendaciones:
- Involucrar a las comunidades afectadas desde el principio en TODAS las medidas: generar confianza, garantizar la idoneidad y eficacia, y evitar daños indirectos o no intencionados y garantizar el intercambio frecuente de información.
- Combatir todas las formas o el estigma y la discriminación, incluida la raza, los contactos sociales, la profesión (trabajadores de la salud) y aquellos dirigidos hacia grupos marginados que les impiden Acceso a la atención.
- Garantizar el acceso gratuito o asequible a pruebas de detección, diagnóstico y atención para la población más vulnerable y difícil de alcanzar.
- Eliminar las barreras a la salud individual y la de las comunidades: el miedo al desempleo, el coste de atención médica, presencia de bulos, falta de infraestructura, etc.
- Las restricciones para proteger la salud pública deben ser de duración limitada. proporcionales, necesarias, basadas en evidencia y revisables por el sistema judicial. Establecer excepciones cuando sea necesario para grupos vulnerables y para mejorar las consecuencias de tales restricciones. Los individuos deberían no ser criminalizados por infringir las restricciones.
- Los países deben trabajar para apoyarse mutuamente y garantizar que ningún país sea dejado atrás, compartiendo información, conocimiento, recursos, técnicas y pericia.
- Apoyar y proteger a los trabajadores de la salud. Ser amables los unos con los otros. Unirse y apoyar los esfuerzos que generan confianza y amplifican la solidaridad.
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