Las adopciones internacionales y el creciente consumo de alcohol -se calcula que más del 10% de las embarazadas consume bebidas alcohólicas durante la gestación- incide en el aumento del número de niños con síndrome alcohólico fetal (SAF). De hecho, cada año nacen en el mundo 119.000 bebés con este síndrome, según han constado desde el Centro de Adicción y Salud Mental de Canadá, que ha realizado uno de los primeros informes sobre esta patología. El cúmulo de casos de niños adoptados con estos síntomas dio la voz de alerta en Catalunya y ha hecho aflorar una bolsa de pacientes no detectados porque habían sido mal diagnosticados.

Pese a que la mayoría de los casos proviene de adopciones de países del Este, principalmente Rusia y Ucrania, en Europa la cifra de bebés con el síndrome también crece. En el Estado, ya lo padecen dos de cada mil. Con estas cifras en la mano, casi cincuenta recién nacidos vascos podrían sufrir el síndrome alcohólico fetal aunque no siempre se diagnostica desde su inicio.

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