No todos tenemos la misma expresión de los genes circadianos, la tipología circadiana es un rasgo individual y durante las últimas dos décadas se han realizado muchos estudios sobre éste tema.

Los individuos se pueden clasificar en tres grupos: tipo matutino, tipo vespertino y tipo intermedio. Los del tipo matutino se acuestan temprano y se levantan temprano y son más productivos durante las primeras horas del día, por lo contrario los del tipo vespertino se acuestan y se levantan más tarde y son más productivos durante las últimas horas del día e incluso las primeras horas de la noche.

El tipo intermedio presenta características intermedias. El grupo matutino y el grupo vespertino se diferencian no solo por su expresión circadiana sino por sus rasgos de personalidad y hábitos, como el consumo de sustancias psicoactivas legales (nicotina, alcohol y cafeína).

El grupo vespertino presenta un mayor consumo de las tres sustancias pero también mayor consumo de sustancias ilegales (marihuana, ecstasy, cocaína) y más problemas relacionados con el consumo peligroso de alcohol y la resaca. Por eso el tipo vespertino se considera un factor de riesgo de consumo de drogas y el tipo matutino un factor protector.

El tipo vespertino extremo también se considera un factor de riesgo de padecer otros trastornos psicopatológicos, sobre todo trastornos del estado de ánimo, pero también trastornos alimentarios, impulsividad disfuncional y agresión, THDA y la conducta suicida.

Estrategias terapéuticas: hábitos de manejo del tiempo, luz y melatonina

El tratamiento preventivo y terapéutico de la adicción tiene que considerar la organización del ritmo circadiano, sobre todo arreglar los patrones de tiempo como sueño-vigilia, las comidas, actividades físicas diarias, actividades sociales y sincronizarles con el ciclo luz/oscuridad hacia el patrón de funcionamiento matutino. Esto es muy útil durante las fases de desintoxicación y la deshabituación. Además es aconsejable que los pacientes siguen este horario después de su ingreso para prevenir recaídas.

Cuando la implementación de los hábitos de manejo del tiempo no es suficiente para reorganizar la expresión circadiana se puede utilizar la exposición a la luz matutina o terapia de luz. La luz produce efectos melatoninérgicos y serotoninérgicos agonistas con beneficios clínicos por el estado de ánimo, sueño y trastornos circadianos. Esto estimula a la hipófisis a producir un pico nocturno de melatonina adecuado por un mejor sueño y reduce el riesgo de padecer trastornos del estado de ánimo y la presencia de sintomatología disfórica que es muy frecuente en las fases de abstinencia a drogas. Se recomienda a los pacientes que viven en áreas con una luz ambiental adecuada que tengan una exposición a la luz natural de 30 a 120 min al día, preferentemente por la mañana.

La terapia con luz brillante es un tratamiento seguro y muy eficaz para reorganizar el ritmo circadiano. Está indicada en el tratamiento del trastorno por cambio de zona horaria (jet lag) y turnos de trabajo, cambios de las fases del sueño, la depresión endógena y depresión mayor, bulimia nerviosa, síndrome de fatiga crónica etc. Las reacciones adversas que puede producir son la hipomanía, irritabilidad, dolor de cabeza, náuseas, irritación de los ojos y está contraindicada en las retinopatías y los episodios maniacos e hipomaniacos.

Otra posibilidad para el tratamiento cronofarmacológico es la administración de melatonina al final del día. La melatonina está registrada como un hipnótico y se tiene que considerar como primera opción terapéutica en lugar de las BZD y los hipnóticos no-BZD. No tiene un potencial adictivo y se puede retirar de forma brusca. Los efectos adversos de la melatonina son la somnolencia, náusea, astenia, dolor de cabeza, sequedad de boca, estreñimiento, dolor de barriga, irritabilidad, aumento de peso y está contraindicado en trastornos autoinmunes, hiperprolactinemia, epilepsia y se tiene que dar con precaución en el fracaso renal o hepático, embarazo y menores de 18 años.

Las estrategias cronobiológicas pueden ser muy beneficiosas en el tratamiento de las drogodependencias, pueden ser implicadas durante largos periodos de tiempo, incluso de por vida, por su alta seguridad y su efecto protector, frente la recaída o el desarrollo de síntomas neuropsiquiátricos.

Tratamiento especializado. Jose Manuel Torres Garcia. Clínica de desintoxicación. Expertos en drogodependencias.

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