No existe un nivel de consumo seguro de alcohol y, de hecho, no tomarlo es lo único que evita sus efectos perjudiciales. Entre otras consecuencias, está asociado con un mayor riesgo de deterioro cognitivo.
En caso de que se decida tomarlo, los expertos en seguros de salud de Usay Compare marcan una edad en la que dejarlo: los 65 años.
«Este hito de la edad representa un momento crítico en el que los efectos acumulativos del alcohol en la salud del cerebro se vuelven más pronunciados y aumenta el riesgo de desarrollar demencia», afirman en la web húngara Magyar Hírlap.
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