«Nuestra sociedad vive con el alcohol, forma parte de la totalidad de nuestras celebraciones y está presente incluso en los actos religiosos». El doctor José Ramón Hevia, médico y responsable del Plan de Drogas del Principado en la anterior legislatura, habló ayer desde una perspectiva sanitaria sobre la nueva ordenanza cívica que prevé la prohibición del botellón.

En el programa La Lupa, de Canal 10, Hevia recalcó que este fenómeno «es un problema de salud» y que «si se prohíbe, los jóvenes beberán en otro sitio: bares o domicilios particulares», una situación que ya se está dando en otras comunidades, como el País Vasco. Además, señaló que tanto jóvenes como adultos asocian salir por la noche con beber alcohol. «Otra cosa es que tengamos capacidad de control… Nadie cuestiona que una persona salga a cenar y se beba dos copas de vino», comentó. El problema es «cuando la visión de esa conducta lleva a otra distinta», en este caso, la ingesta masiva.

Las encuestas que se hacen a los jóvenes desde 1994 reflejan un descenso -del 79 al 71%- en el porcentaje de los que han bebido alcohol en el último mes, pero, al mismo tiempo, constatan un aumento de los que se emborracharon -del 16 a casi el 36%-. Además, Hevia resaltó que «el cerebro está en maduración hasta los 18-20 años» y que la ingesta concentrada en un día con varios de abstinencia de por medio «altera dichos procesos de maduración».

Una parte de la solución pasa por «llamar a la conciencia de los padres», subrayó, principales responsables de la situación. «Sacar buenas notas no puede significar el tener permiso para llegar a casa borracho», anotó.