La mayoría de los fumadores españoles, un 67%, desea abandonar definitivamente su hábito de fumar, según revelan los datos del Estudio del Barómetro del Tabaco que ha avanzado el secretario general de Sanidad, Fernando Lamata.

El trabajo, realizado entre finales de 2004 y principios de 2005, señala además que el 90% de los ciudadanos reconoce que el humo ambiental del tabaco es perjudicial para la salud y el 74,5% se muestra de acuerdo con que la legislación establezca la prohibición total de fumar en los centros de trabajo.

Fernando Lamata ha destacado durante la rueda de prensa que el hábito del tabaquismo no se cambia sólo con la ley y ha subrayado que es necesaria la voluntad de los fumadores de dejar de fumar. Por este motivo, ha recordado que el Ministerio desarrolla, junto a las comunidades autónomas, programas de deshabituación tabáquica y de sensibilización, para los que se han destinado este año 29,7 millones de euros.

El presidente del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, Rodrigo Córdoba, que ha comparecido junto a Lamata para presentar los datos del Estudio, ha reiterado su respaldo a las medidas contempladas en el proyecto de ley aprobado por el Gobierno, y ha apuntado que el humo del tabaco es un 57% más contaminante en espacios cerrados que otras sustancias.

Para Córdoba «el derecho a la salud del conjunto de los trabajadores se encuentra por encima de cualquier otro derecho individual de los fumadores, por una cuestión de salud pública». Este experto ha afirmado que en España mueren como mínimo 4.000 personas al año como consecuencia de enfermedades derivadas del humo ambiental del tabaco.

El ejemplo irlandés

El responsable del Ministerio de Sanidad de Irlanda, Ray Mitchell, ha aprovechado la ocasión para explicar la experiencia de su país en esta materia, un año después de que se aprobara la ley de prevención del tabaquismo para proteger la salud de los trabajadores.

En este sentido, Mitchell ha reconocido que tras 12 meses de cumplimiento de la nueva normativa, el 94% de los lugares de trabajo no tiene humo ambiental del tabaco, el 98% de la población irlandesa se siente más seguro en sus centros de trabajo y el 96% considera que la ley ha sido un éxito. Además, ha señalado que el monóxido de carbono en los bares y restaurantes de su país ha disminuido un 45%.

También ha comparecido Luk Joossens, de la Asociación de Ligas Europeas contra el Cáncer, que ha señalado que «las cosas están cambiando rápidamente en Europa» y se están regulando espacios libres de humo en países como Irlanda, Noruega, Malta, Italia, Países Bajos, Finlandia, Bélgica, Eslovenia, Reino Unido o Luxemburgo.

En su opinión, la experiencia demuestra que es más fácil implantar una legislación prohibitiva y coercitiva y los resultados son más positivos. Para demostrarlo ha puesto como ejemplo el caso de Noruega. En este país, antes de aprobarse la ley un 75% de la población creía que se generarían problemas y conflictos a la hora de su aplicación. Tras su aprobación ese porcentaje se ha reducido a un 13%.